A los habitantes de San Miguel Espejo la llegada de la temporada de frío les hace resentir, aún más, las carencias que enfrentan todos los días.

Ayer por la tarde doña Maura Flores comenzó a sentir como bajaba la temperatura, que junto con el viento y algunas nubes grises, le anunció una noche helada.

“Durante todo el día hizo frío, pero ya en la tarde comenzó el viento y lo mejor es encerrase y ya no salir, aquí siempre pega feo el frio” platica mientras limpia hojas de maíz.

Doña Maura no lo sabe, pero se trató de la llegada del frente frío 21 que provocó vientos y baja de temperatura la tarde y noche del lunes en Puebla capital.

Tapada con un chal, comenzó a hacer sus faenas como moler maíz para hacer masa, limpiar la mazorca para darle de comer a sus animales y guarecerse del frio la mayor parte del tiempo en su cocina junto al fuego.

“Yo estoy a acostumbrada, pero a los niños siempre le dan a uno pendiente que se vayan a enfermar, si se necesitan cobijas, esas siempre hacen falta en estos días porque se siente mucho frío”, expresó

Esta mañana en San Miguel Espejo, inspectoría auxiliar del municipio de Puebla, el viento frio recorre las calles, pero el cielo despejado permite que el sol comience a calentar las viviendas y las actividades se reanuden.

Los niños salen con pequeñas cubetas en las manos para ir a comprar maíz, indispensable para hacer la masa de las tortillas del desayuno y que hombres y mujeres de esta localidad se enfilen a sus campos de cultivo a trabajar.

A unas cuadras de la casa de la señora Maura vive Cleotilde, quien prepara a su hijo más pequeño para que asista a la primaria, esta molesta porque la semana pasada llegó una camioneta con juguetes para repartir entre lo niños de San Miguel Espejo, pero no hubo para todos.

“El inspector llevó la camioneta a la calle donde vive y ahí se repartieron y pues muchos niños solo se quedaron viendo y pues lo que yo digo que es hacen falta cobijas y juguetes también”, expresó Cleotilde.

Asegura que no llegan ese tipo de apoyos porque el inspector, Adrián Flores Zepeda, no hace ninguna gestión y eso ha provocado que no puedan recibir, cobijas, despensas y en estos días, juguetes para los niños.

Don Anselmo también esta molesto, pero porque desde hace años su casa resulto dañada por un sismo y en tres ocasiones han realizado censos en la población sin que la ayuda para repararla llegue.

Se trata de una fisura en el techo de la vivienda y que lo ha tenido inquieto por años sin que pueda repararla por falta de dinero.

“Aquí siempre hemos estado muy abandonados, esa es la verdad, como es posible que han venido tres veces hacer el censo y nunca llega nada”, afirmó don Anselmo que se queja además de la falta de apoyo para distribuir los cables de energía eléctrica y los altos costos que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) les impone para la colocación de tres postes.

Asegura que los vecinos han cooperado para comprar dos postes de cemento y otro de madera para realizar el proyecto, pero la CFE se niega hacer el trabajo.

“Pues el tema de la luz es importante, ya con luz en la casa por lo menos con los focos calienta un poquito”, expresó Anselmo al hacer referencia a estos días de invierno.

En contraste a estas preocupaciones, en San Miguel Espejo existe un proyecto que requerirá del apoyo de los cinco mil habitantes del lugar, se trata de la construcción de un nuevo edificio para la inspectoría.

Actualmente las oficinas están instaladas en un pequeño edificio de 80 años de antigüedad que fungió como oficina del registro civil, pero, de concretarse el proyecto, será demolido al igual que la junta de agua y el consultorio médico.

“Es un proyecto aún, pero este hoyo es para la cisterna del edificio, va a ser de dos plantas y va a medir 30 metros de largo por 20 de fondo aproximadamente”, explica Gilberto mientras acarrea tierra con una pala hacia una carreterilla.

Al igual que la iglesia de la localidad los habitantes de San Miguel Espejo tendrán que cooperar ya que eso es lo que dictan los usos y costumbres.

“Pues según los cálculos que hemos hecho son como 15 millones de pesos y además del edificio se va a poner una asta bandera, grande, para que se vea hasta el periférico y la autopista”, afirmó Gilberto en la mañana fría de San Miguel Espejo.