Con globos y flores blancas, familiares y amigos le dieron el último adiós a Santiago Trejo Márquez, quien falleció el pasado 29 de agosto a causa de una tromba que azotó a la capital poblana y la cual derribó un árbol en la calle 5 de Mayo, dejando aplastada una caseta de periódicos donde se encontraba el menor de 12 años.
Desde la funeraria Latinoamericana, se llevó a cabo una misa de cuerpo presente, en la que los familiares acudieron con flores y globos blancos para despedirse de Santi.
Su madre, Teresa, quien se encontraba en el lugar luego de haber sido dada de alta del hospital lucía desolada, con golpes en la cabeza, en silla de ruedas e inconsolable tras la partida de su único hijo.
Mientras tanto con el suéter del uniforme de la escuela Guadalupe Victoria, adolescentes llegaron a la funeraria para estar una última vez con Santiago, a quien consideran un “niño valiente”, pues no le temía a nada y le gustaba aventurarse a nuevas cosas.
Al lugar también arribó la presidenta del Sistema Municipal Dif, Liliana Ortiz, quien llegó a dar el pésame a la familia por parte del ayuntamiento de Puebla.
Tras finalizar la eucaristía se llevó el cuerpo de Santiago al Panteón Francés ubicado sobre la 11 Sur, en donde maestras, compañeros, amigos y familiares oraron por él.
Luego de los rezos, los presentes dejaron volar decenas de globos blancos y con aplausos finalizaron el funeral de Santiago, quien apenas había cumplido 12 años el 5 de abril del presente año.
Era valiente y estudioso
Santiago contaba con varios amigos, entre ellos David Chargoy (mejor amigo de Santi), quien relató a El Sol de Puebla que desde hace cuatro años surgió una amistad entre ellos. A partir de ahí comenzaron a ser más cercanos.
Desde entonces se reunían para jugar y pese a la pandemia de coronavirus, nunca dejaron de frecuentarse, sólo que entonces lo hacían de manera virtual.
“Cuando jugábamos cosas de terror él era el más valiente, Santi era maravilloso (...) se siente raro de un día para otro que ya no esté. Vamos a seguir adelante, recordándolo y llevándolo en el corazón, pero seguir adelante”, mencionó.
También Consuelo Barrón, quien fue su compañera desde el preescolar hasta la primaria, recordó que Santiago fue muy alegre, pues jugaba con todos, no se metía en problemas y era un niño muy estudioso.
El último recuerdo que tiene de él es que le hizo una pequeña broma a un maestro, pero solo fue eso, una broma que todos en ese entonces disfrutaron.
Cabe mencionar que el menor de edad falleció el pasado 29 de agosto luego de que la fuerte lluvia derribara un árbol sobre la 5 de Mayo y 2 Oriente, en donde se encontraba una caseta de periódicos, en la que se resguardaban su mamá, la pareja de ella y Santiago, quien falleció al instante de la tragedia.
