“El aborto no es un problema ficticio, es un problema de salud pública que se tiene que atender y ojalá tenga más vida para ver que se logre. La no criminalización de las mujeres por abortar garantiza los derechos humanos”, declaró la diputada Rocío García Olmedo, al mencionar que, en el estado de Puebla, sigue siendo un reto que las poblanas ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos.
En entrevista con El Sol de Puebla, la legisladora y coordinadora de la bancada priista del Congreso del Estado, compartió que sigue siendo un desafío para la entidad la despenalización del aborto, debido a la imposición histórica de visiones morales y religiosas, también la pobreza y la falta de información sobre el derecho a decidir sobre el cuerpo de forma libre, autónoma e independiente.
“Son temas actuales, son temas que se deben de abordar, sin duda son polémicos todos ellos, pero son temas que se tienen que atender, derivado justamente de toda la problemática de la violencia de distintos tipos que hay en contra de las mujeres; y evidentemente esta violencia generó la declaratoria de alerta de género”, comentó.
García Olmedo presentó dos iniciativas en el Congreso local, una para que se reforme el Código Penal y la otra para que se reforme la Ley Estatal de Salud.
La primera corresponde a la interrupción legal del embarazo, las causales siguen siendo las mimas solamente se van a procesar algunos conceptos y en todos los artículos se menciona que no se debe de criminalizar a la mujer, el objetivo es evitar que pisen la cárcel. Aceptó que no están retirando todas las sanciones como en otros estados, ya que Puebla tiene “características especiales” y todo es “poco a poco”.
“Se reduce la pena de quien aborta o interrumpe su embarazo fuera de los límites que marca la propia ley, y se retiran conceptos que son del siglo pasado, como el de mala fama, porque quién va a decidir la mala fama de las mujeres, eso no puede ser, es algo subjetivo”, acotó.
Desde su óptica, ninguna mujer “en su sano juicio”, se embarazaría para después abortar, por ello, promueve este tipo de reformas, además de que quiere que se fortalezcan los programas de prevención en materia de salud sexual y reproductiva, debido a que Puebla también ocupa las primeras posiciones en embarazos de adolescentes.
“Está generando un debate que me encanta porque el objetivo se ha logrado, que es que esté colocado el tema en el imaginario colectivo, está en la sociedad y está en su conjunto para que todas y todos nos demos cuenta que ahí hay un problema”, agregó.
Actualmente la pena por abortar es de 6 años, pero puede incrementar dependiendo de cómo esté establecido el código penal, en otros estados se ha determinado homicidio en grado de parentesco y con esta figura las mujeres pueden estar en la cárcel hasta por 30 años.
Con la reforma que Rocío plantea, se reduce la pena a 6 meses de cárcel, pero también se incorpora trabajo comunitario; esto también ha causado inconformidad por parte del grupo de feministas poblanas, ya que consideran que si no se va a criminalizar no debe existir ningún tipo de sanción.
Ante esto, la legisladora se auto llamó feminista y les dijo que todo lo que se ha logrado hasta el momento son “pequeñas conquistas” que se han logrado “paso a paso”, y aunque el primer periodo ya se va a terminar confía en que se pueda aprobar en los próximos periodos ordinarios. “Aspiro a tener la confianza de los compañeros legisladores porque somos los que con una visión del estado laico deberemos por encima de nuestros prejuicios personales atener esta problemática”, puntualizó.
Al mencionarle que los diputados de su bancada no se han pronunciado a favor de sus iniciativas y preguntarle si tiene su respaldo, respondió que es un tema polémico y que en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) están acostumbrado a estudiar ya analizar los temas antes de dar una postura.
Para finalizar convocó a la diputada panista Mónica Rodríguez Della Vecchia presidenta de la comisión de la familia en el Congreso y al grupo Provida como el frente Nacional por la Familia, al estudio, les pidió voltear los ojos a sus familias, y al exterior de sus casas para que se den cuenta que esta problemática es real y es un problema de salud pública.