Un gobierno abierto pero autónomo, lejos del incierto y subordinado que encabezaría su rival político, Eduardo Rivera Pérez, abanderado de la alianza “Por Puebla al Frente”, es la propuesta de la candidata a la presidencia municipal de Puebla por la coalición “Juntos Haremos Historia”, Claudia Rivera Vivanco.
Con sus antecedentes como servidora pública de bajo perfil en el INEGI y activista social, en una entrevista con El Sol de Puebla Rivera Vivanco explica que su incursión en el proceso electoral es parte de la iniciativa del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y su líder, Andrés Manuel López Obrador, para promover una transformación en el país, y en su caso, en Puebla capital.
“Lo que no tengo es experiencia en la política tradicional, que se basa en el conocimiento por los negativos”, defiende.
Su oferta, expone, es de un gobierno abierto, en el que la toma de decisiones será concienzuda. “Estoy preparada pero hay que puntualizar que aunque tuviera toda la experiencia del mundo sería un craso error que tomara las decisiones basadas solamente en mi experiencia, hace falta -y es de lo que habido ausencia en el gobierno actual y los anteriores- rodearse de los especialistas, de profesionales de cada una de las áreas. No voy a gobernar sola”, completó.
Y agrega que esta es la mayor diferencia que perfila con su principal adversario, el panista Eduardo Rivera, quien, señaló, debe su candidatura a la tregua que pactó por la revisión a sus cuentas públicas con el grupo de poder ligado al exgobernador Rafael Moreno Valle, pero que, sin embargo, no ha resuelto.
“Le desvirtúa mucho que no haya hecho valer su dignidad como ser humano, fue perseguido y hoy acepta ser parte de esa misma persecución de ese mismo sistema, la mafia del poder, y entonces te permite saber que esa persona, que ese candidato, no gobernaría para la ciudadanía, (si no) para quien lo está coordinado, quien está moviendo los hilos”, completó.
Además, acusa, para ganar la preferencia de los poblanos ha basado su campaña en propuestas inviables, como promesas de seguridad e infraestructura desproporcionadas, “el señor ofrece populismo electoral”, asevera.
“HE SIDO VÍCTIMA DE VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO”
La candidata también confiesa que, al incursionar en el proceso electoral, ha sido víctima de violencia política de género, pues por su condición de mujer se ha puesto en duda su capacidad para ser alcaldesa.
“Yo misma he sido víctima de ese tipo de violencia política de género: cuestionar la edad, si Puebla estaba preparada para una mujer, se me cuestionó si juego futbol, si practico artes marciales… ¿cuándo se hizo el casting para saber si los hombres iban a ser buenos para gobernar?”, reviró.
Y defendió su derecho y capacidad como mujer a aspirar y ostentar un cargo de elección popular, “sé y tengo con qué”, sentencia.
Asimismo, reprueba la campaña en el estado en contra de los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”, que emprendió la expanista, Violeta Lagunes, presuntamente por no haber sido favorecida con una postulación.
“A mí no me correspondía… ella tenía algunos otros intereses y tampoco se trata de que te condicionen si te tratan bien o te tratan mal, eso sería un abuso”, revira.
“HE SUPERADO EXPECTATIVAS”
En la charla, Claudia Rivera Vivanco reconoce, además, que por su bajo perfil, al ser postulada como la abanderada a la presidencia municipal de Puebla, no gozaba de la confianza de los miembros de Morena, incluido el candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, pero añade, inmediatamente, que está cambiando la situación, “seguramente él y muchos tuvieron esa percepción… pero en el trayecto que ha llevado irnos conociendo se han superado mucho las expectativas”, resaltó.
Además, enfatiza, como producto de su trabajo a la preferencia que existe por López Obrador se ha ganado la simpatía de más ciudadanos, al grado de que podría convertirse en la próxima presidenta municipal de Puebla.
Como pruebas, señala, los resultados de encuestas promovidos por otros partidos políticos, que la posicionan con entre 5 y 6 puntos de ventaja sobre el panista Eduardo Rivera.
Sobre las versiones que la señalan como “la Rivera” a la que prefiere el grupo morenovallista, la candidata va más allá al decir que su posible triunfo sentaría bien a todos, pues es una mujer que rompe estereotipos y que empoderaría a los ciudadanos.
Y, si tuviera que convivir con Martha Erika Alonso como gobernadora del estado, afirma, haría equipo en aras del bien social, pero con autonomía, “la comunicación sería fundamental, yo soy una actora política y de gobierno que tendrá que llevar la representación de los ciudadanos, entonces tendré que hacer lo necesario para articular de manera correcta eso que digo que se tiene que hacer”, menciona.