El PRI está listo para que sea una mujer la que dirija los destinos en Puebla, pero antes el partido debe reconstruirse tras la debacle de la elección de julio pasado basado en dos elementos: tomar en cuenta a la militancia y a los sectores representativos del priismo, opinó Sandra Montalvo Domínguez, líder local del Organismo Nacional de Mujeres (Onmpri).
Desde su punto de vista sí es necesario analizar el comportamiento de quienes comprometieron apoyar al partido pero en realidad le dieron la espalda abiertamente o a escondidas, toda vez que se requiere de unidad interna pero de manera leal y comprometida.
Entrevistada en oficinas de El Sol de Puebla, Sandra Montalvo consideró desde su punto de vista personal que no es viable cambiar el nombre del PRI como parte del proceso de reestructuración, porque finalmente se tiene una identificación en el país, una “marca” consolidada y reconocida por la militancia.
“Sería irresponsable que alguien que alce la mano para dirigir el partido no tenga proyecto para el partido, no solo es el cambio de la dirigencia, debe ir acompañado de la transformación interna y me parece que para llegar a este cambio de la dirigencia es necesario ir más allá”.
DESACIERTOS HUNDIERON AL PRI EN TODO EL PAÍS
La falta de resultados tangibles en los gobiernos federal y estatal, principalmente en materia al combate a la inseguridad y a la corrupción, representaron la loza por la cual vino la debacle del partido no solamente a nivel local, también a nivel nacional, estimó la representante del Onmpri.
“La derrota vino por escándalos de corrupción, gobernantes que traicionaron a la ciudadanía, se unieron contextos nacionales y estatales en contra, las grandes reformas estructurales a favor del país también tuvieron un costo político”.
Desde su punto de vista el PRI no supo responder a las exigencias ciudadanas y en Puebla no fue la excepción, hubo división interna, desánimo de las estructuras sumando la falta de coaliciones que ayudaran a ser una opción real de triunfar en la elección del pasado primero de julio.
Refirió que esta enseñanza debe ayudar al proceso de reconstrucción pero sin simulaciones donde cada militante y liderazgo asuma su responsabilidad para sacar conclusiones donde la gente nuevamente vuelva a confiar.
“Este momento puede ser el punto de partida para la reconstrucción donde todas las voces participen, un PRI de puertas abiertas porque necesitamos un partido de mucha inclusión y unidad, si no lo hacemos el partido puede fracturarse más con miras a los procesos electorales que vienen”, puntualizó.
NO AL PODER POR EL PODER
A su parecer, quien inicie el proceso de renovación debe estar alejado de todo interés particular y de grupo, pues han sido uno de los problemas del partido que se han reflejado en dejar de ser la mejor opción política de los poblanos y los mexicanos en general.
“No se debe dar la jerarquía a base de la imposición, el liderazgo se construye con la inclusión, con la unidad, con el escuchar a todas las voces para que no sean solamente decisiones cupulares, quizá se necesite un posicionamiento integral –de varios grupos- para no caer en una división interna más”, explicó.
Sandra Montalvo consideró vital que las personas o quien encabece en Puebla estos trabajos deberá tomar en cuenta a la militancia pero sin simulaciones, por lo que deberá darse una convocatoria amplia para lograr el objetivo.
Otro elemento a tomar en cuenta, dijo, está relacionado con las posturas de los sectores tradicionales y representativos del PRI como el caso de los grupos campesinos, obrero, juvenil, femenil, pues de esa manera podrá obtenerse un análisis de fondo que dé como resultado un resultado real de la situación actual del PRI.
TIEMPO DE LAS MUJERES
La priista quien también participó recientemente en la elección del pasado primero de julio como candidata a legisladora local, manifestó que en Puebla está listo el PRI para dar paso a que sea una mujer la que dirija los destinos.
“En todas las campañas políticas las mujeres son las que más participan, promueven el voto y están capacitándose, son las mujeres las que le dan la dinámica al partido y sin discriminar a los hombres, con un gran sentido de participación”.
Sin hablar de su caso, Sandra Montalvo declaró que existen diferentes cuadros en el tricolor capaz de enfrentar este reto de buscar la recomposición del priismo, pero insistiendo que deben cumplirse propósitos como inclusión, apertura, diálogo y dejar de lado intereses personales.
La elección recién concluida, dijo que 25 de los 78 municipios ganados fueron a cargo de mujeres, las cuales seguramente realizarán un desempeño favorable que ayude también a recuperar la confianza ciudadana.
Sin embargo, mantuvo la línea discursiva en el sentido que igualmente atrás deben quedar egos, ambiciones personales o de grupo, pues solamente empezando de cero y pensando en el bien del partido político, se podrá lograr el objetivo.
Para ello la preparación debe ser esencial a efecto de dar salida los retos que vienen enfrente, “si hablamos de igualdad de género debemos hacer bien las cosas”.
Para volver a estar en el ánimo del electorado, se inclinó por aterrizar coaliciones y candidaturas comunes, considerando que ese también fue uno de los grandes problemas de la pasada elección local.
Recordó que desde 2010 el PRI ha competido de manera desigual con el PAN y en este 2018 igualmente con Morena, fuerzas políticas que se han hecho acompañar aliados para potenciar sus posibilidades de triunfo.
En Puebla tradicionalmente el tricolor ha realizado alianzas con el PVEM, por lo que Sandra Montalvo dijo que es momento de ampliar horizontes políticos sin llegar a perder la identidad, pues de esa manera será posible recuperar los espacios perdidos en territorio poblano.