“Cuando violan nuestra intimidad sexual, también en internet, hoy no se culpa a la mujer que fue víctima, se culpa al que le robó su dignidad a través del espacio digital, porque ya es un delito”, advierte la activista poblana, Olimpia Coral Melo Cruz, quien tras haber sido víctima de ciberacoso, comprendió que tenía que hacer algo al respecto y escribió una iniciativa de ley que hoy es el primer proyecto de reformas en México en materia de violencia digital desde una perspectiva de género.
Olimpia dejó su casa y su carrera de derecho trunca para trabajar por erradicar y castigar la violencia digital en todo México impulsando su reforma y creando el “Frente Nacional para La Sororidad y Defensoras Digitales” al que se le han unido miles de mujeres de todo el país.
Hoy su nombre hace referencia a una ley mexicana: la Ley Olimpia, que en sus propias palabras “no es solo un texto de reformas, sino una causa de luchas” al impulsar el reconocimiento de un delito que no existía en México, que es la difusión y producción “no consentida” de contenidos íntimos en imágenes, videos y audios, conocidos como “packs”, que hoy se castigan hasta con 8 años de cárcel.
“Por primera vez en México la violencia digital se reconoce como parte de la modalidad de violencia contra las mujeres y ya está aprobada en 28 estados de la República”, expone en entrevista para El Sol de Puebla.
UN SISTEMA PATRIARCAL
La defensora feminista enfatiza que vivimos la violencia machista los 365 días del año y mata 11 mujeres diarias en este país, y advierte que, “el machismo hace que un presidente diga ´ya chole´ cuando hay un gobernador violador amigo suyo; que las mujeres tengamos miedo hasta de vestirnos (…) hace que un Elías Medel no entienda que lo que hizo fue exponer a su hija a una cultura proxeneta, porque hay decenas de usuarios en internet que se están masturbando con el video de su hija desnuda”.
Ante el proceso electoral que viviremos en junio, Olimpia ha sido invitada a participar como diputada plurinominal de casi todos los partidos, invitaciones que ha rechazado al referir que los partidos políticos también son patriarcales, deben empezar por denunciar a sus candidatos agresores y darle a las mujeres lugares de toma de decisión.
La activista originaria de Huauchinango radica en Ciudad de México porque dice que no soportó vivir la violencia contra las mujeres que se vive en Puebla. En el colectivo de feministas encontró una nueva familia y como cualquier mujer se preocupa por pagar su renta, así que ella se mantiene de los recursos que genera la asociación, por eso cobra por los talleres que diseña y las conferencias que ofrece. La atención a las víctimas no se cobra y son casos que se ven a diario.
“La violencia sexual digital contra las mujeres no solo debe ser castigada sino prevenida, por eso es necesaria la educación digital como la clave para prevenirla, al menos en los espacios en línea”, señala.
DERECHO A VIVIR LA SEXUALIDAD
El intercambio de material íntimo con otra persona de manera consensuada, como el video que hizo con su novio y después se hizo viral en redes sociales, es conocido como “sexting”, se considera un derecho sexual y no se castiga. A este respecto la entrevistada advierte que si vas a hacer esto con alguien te cuestiones si el receptor de tus desnudos merece tu confianza.
“Si te pide hacerlo a cambio de ser tu novio o amante, no lo hagas; no confíes si te pide hacer algo en lo que no estás de acuerdo; si le conociste en una página web menos porque muchas de estas personas enamoran mujeres para sacarles contenidos íntimo y ´sextorsionarlas´”, detalla.
Refiere que si lo vas a hacer utilices la tecnología a tu favor para borrar información, que nunca se vea tu cara y además le mandes un mensaje a la persona diciéndole que no autorizas difundir el contenido y si lo hace lo vas a denunciar por el artículo 255 del código penal del Estado de Puebla en el que, violar la intimidad sexual, se castiga hasta con 6 años de cárcel.
“¡Que el miedo cambie de bando!, esto no le va a quitar lo “hot” a la relación sexual, solo quedará claro que conoces tus derechos y que la ley te protege. Las mujeres no debemos dejar de vivir nuestra sexualidad pero tenemos que tener siempre presente que, por más aliados que sean los hombres, por más amigos y por más enamorados, estamos inmiscuidos en un tejido social machista y conservador”, concluye.