“Nos arrebataron lo más preciado de nuestra vida, era el bebé de la familia y no hay palabras para expresar el dolor, pero es más la rabia y la impotencia que el gobierno te diga, lo siento mucho… ya estamos hartos, cuántos más, no son uno no son dos, más de 10 se matan al día y son niñas, son mujeres, personas de la tercera edad”, expresó Sindy Tirado, hermana de Javier, el alumno de Medicina de la BUAP que fue asesinado el pasado 23 de febrero cuando tomó un Uber junto con dos amigos en Huejotzingo.
La joven y miembros de su familia viajaron desde Veracruz para unirse a la megamarcha universitaria que conjuntó a miles de alumnos de diversas instituciones educativas, con el mensaje de justicia y seguridad para la sociedad poblana.
En la movilización, envió un mensaje al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, luego de que éste asegurara que “cree en la universidad, pero no en la universidad manipulada”, declaración que soltó desde el otro lado de las vallas que fueron colocadas para cercar Casa Aguayo como si en vez de estudiantes se recibiera a peligrosos delincuentes.
Hay que ser empáticos, tal vez su familia no lo ha sufrido, pero qué tal si le pasa o a un conocido o a un vecino, hay que ser empáticos, hay que ser un poco más sensibles
Incluso, señaló que hoy por hoy más que mensajes de “solidaridad” del gobierno, lo que se requiere son acciones.
Condolencias, muchas gracias, se las agradecemos; un apacho que bueno, pero no; queremos justicia
Lizbeth Tirado recordó que su hermano tenía el sueño de ser médico y que había vivido en Colombia para su profesionalización: Javi se fue de su país para mejorar, estaba muy enojado por el servicio de salud en el país y regresó a que lo mataran
Ya no se trata de género, de edad o de estatus social, a nivel México nos están matando señaló.
(Con información de Karen Meza)
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