“Es un acto de enorme maldad y perversión (...) cometido aparentemente (...) por personas que ostentaron altos cargos (...) Si eso hicieron hoy, qué no habrán hecho cuando estuvieron en los cargos públicos”, fueron las palabras del gobernador Miguel Barbosa Huerta, tras la detención de Javier López Zavala, excandidato a la gubernatura por el PRI, por su presunta responsabilidad en el asesinato de la abogada Cecilia Monzón.
La opinión fue vertida después de que la Fiscalía General del Estado (FGE) informó la noche del 6 de junio sobre la detención del presunto autor intelectual del asesinato de Monzón, López Zavala, quien fuera expareja de la víctima, así como de dos presuntos responsables materiales: Silvestre N. y Jair N., este último sobrino del supuesto encargado de planear el ataque.
En ese contexto, Barbosa Huerta señaló a través de su habitual rueda de prensa del 7 de junio que, desde el gobierno estatal se encuentran “muy sorprendidos [ante] la revelación de la Fiscalía”. Calificó el ilícito cometido contra la activista en mayo pasado, de ser “un acto de enorme maldad y perversión”.
Sin hacer alusión directa a López Zavala, el mandatario apuntó que el implicado intelectual fue un ex funcionario público, quien sirvió a un “presidente municipal” y un “gobernador”.
Por esa razón, es importante recordar que, el imputado fungió como director general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, al momento de que Mario Marín Torres fue alcalde de la capital poblana. También con Marín, el ex funcionario imputado fue coordinador de la campaña del priísta a la gubernatura de Puebla, para convertirse eventualmente en titular de dos dependencias estatales: la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Desarrollo Social.
Posteriormente, en 2010, fue designado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como candidato al Ejecutivo estatal, no obstante, perdió la contienda contra Rafael Moreno Valle Rosas.
Ante ese contexto, Barbosa Huerta defendió la idea de que el poder se corrompe de forma jerarquizada.
“Si eso hicieron hoy, qué no habrán hecho cuando estuvieron en los cargos públicos, pero vienen de esa época en donde el poder servía para beneficiarse (...) Si alguien tiene el cargo más importante, se pervierte [y] descompone todo lo de abajo. Si el presidente municipal en su momento, quien haya sido, el jefe del implicado, si el gobernador, el que haya sido, jefe del implicado, pues tenía un comportamiento de descomposición. Todo estaba descompuesto”, sentenció.
Así, el titular del Ejecutivo estatal hizo hincapié en que “todos ellos, los de las épocas anteriores, se descompusieron, se degradaron. No es el poder, son los efectos de un poder que se pone en manos de gente sin estructura moral”.
TODOS SE VAN A DESLINDAR DE ÉL: BARBOSA
Después de que Néstor Camarillo, dirigente del PRI a nivel estatal, se deslindó de su excompañero de militancia, argumentando que el ex secretario de Gobernación fue expulsado del partido desde 2019, pues supuestamente había apoyado al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Barbosa Huerta apuntó que es normal que se deslinden de él.
“Ahorita todos se van a apurar a deslindarse, todos, todos. Yo estoy seguro que este señor, implicado hoy (...) habló con mucha gente, que por cierto, creo que no sabían lo que había hecho (...) pero de que habló, habló (...) se están desquitando con una prontitud, pero las cosas no funcionan así”, acotó.
También, ante los cuestionamientos de un posible apoyo de Morena a López Zavala, el gobernador dijo que a “este señor (...) nadie lo ve con color de player guinda, lo ven con playera y camisa roja”.
QUE APORTEN PRUEBAS, SIN PROTAGONISMOS
El gobernador también hizo referencia a la marcha que fue convocada por activistas y familiares de Monzón la tarde del 7 de junio, frente al edificio sede de la FGE, con el objetivo de exigir a la autoridad ministerial resultados en la investigación.
Así, sin mencionar específicamente a la familia de la abogada y activista, Barbosa Huerta pidió que, en lugar de hacer “marchas” y “declaraciones protagónicas”, se acompañen los esfuerzos institucionales para presentar pruebas y otros elementos que agilicen el trabajo de la autoridad para fincar responsabilidades sólidas.
Finalmente, el mandatario apuntó que por el momento, las “causas subjetivas” que llevaron a López Zavala a planear el delito no son precisamente una prioridad para la autoridad ministerial, pues son otros elementos los que se requieren para adjudicar las motivaciones del delito. Por ello, dijo que será trabajo de especialistas en la materia investigar el caso a profundidad.
“Este caso está caminando a convertirse en un caso para que se hable mucho, que se escriba mucho y se analice mucho. Que criminólogos, que mucha gente especialista venga a ver las razones de toda esta circunstancia, va a haber mucho de qué hablar”, concluyó.