Aunque los restauranteros locales no tuvieron la respuesta esperada en la temporada mundialista debido a los horarios, a la ley seca y a los resultados del equipo nacional, prevén una recuperación en cuanto a consumo para la temporada de chiles en nogada, donde podrían alcanzar una derrama económica de 600 millones de pesos en un lapso de 2 meses.
Ignacio Alarcón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que por las celebraciones mundialistas apenas se alcanzó un crecimiento del 15 por ciento en las ventas, lo que, traducido a pesos, significó tan solo 20 millones.
Al inicio del Mundial se habían experimentado incrementos de hasta el 25 por ciento en el consumo, pero después de que el equipo mexicano salió de la justa, el pasado 2 de julio (cuando jugó contra el equipo de Brasil), disminuyó la afluencia en los restaurantes.
Alarcón dijo que en todo el programa mundialista la cantidad de audiencia en los restaurantes no era como en los países donde los horarios de los partidos empataban con la vida nocturna de los habitantes, por lo que a los restauranteros de dichas zonas sí les favoreció este evento deportivo, que ocurre cada 4 años.
Amén del horario, en el país se atravesó la ley seca del 30 de junio y 1 de julio por la jornada electoral, lo que provocó aún menos ventas relacionadas con el Mundial de Futbol.
Ante ello, cerca de 900 restaurantes ubicados en el estado, principalmente en la ciudad capital, esperan que haya venta de 2 millones 750 mil piezas de chile en nogada, lo que representaría una derrama de 600 millones de pesos. Eso sin tomar en cuenta el total del consumo, que implica sopa, bebida y postre.
Dentro de las ventas de chile en nogada se encuentran pedidos que pueden ir a otras ciudades, pues aunque en algunos puntos como Cancún, Quintana Roo y Ciudad de México se hace el intento por imitar la receta, no es la misma que en Puebla.
El representante de este sector restaurantero dijo que el precio del chile en nogada no aumentará para esta temporada, puesto que los insumos mantuvieron los costos de hace un año. El precio del platillo oscilará entre los 150 y los 400 pesos, dependiendo del sitio y del paquete adquirido