La activista y pequeña apicultora, Margarita Martínez Rosas, considera que fue una represalia que la hayan despojado de 22 cajones de miel, hecho en el que participaron elementos de la Policía Municipal de Tlacuilotepec, además de que ahora condicionan su apoyo electoral al proyecto del grupo en el poder del ayuntamiento, “para que le regresen sus abejas”.
El pasado 8 de junio de 2023 se cumplió un año de que, sujetos llegaron hasta al terreno denominado La Florida, ubicado en las inmediaciones de la comunidad de La Esperanza, municipio de Tlacuilotepec, propiedad de doña Margarita Martínez Rosas, para ingresar a éste y llevarse 22 cajones con miel y abejas, partiendo del lugar con rumbo desconocido.
Ese día, Margarita Martínez Rosas iba para su predio, al que se tarda en llegar una hora y media caminando desde la comunidad de Cuautepec, del mismo municipio. Aseguró que vio pasar algunas camionetas y aunque la vieron “nadie me dijo nada, nomás pasaban y me veían. Me conocen porque anduve en la lucha contra el paso del gasoducto”, recordó.
Indicó que acompañando a las personas que se llevaron sus colmenas iban algunas patrullas de la Policía Municipal, por lo que al llegar a su terreno y no encontrar nada, se dirigió al ayuntamiento. “Me regresé caminando otra hora y media. Fui a ver a los municipales, pero me dijeron que ellos no saben quiénes se llevaron mis cajones”, dijo.
Margarita Martínez Rosas es indígena de habla totonaca, se le dificulta comunicarse en español y no fue a la escuela. Abundó que alguna vez encontró un papel mojado en uno de sus cajones, pero desconoce de qué trataba.
Indicó que desde que estuvo el auge de la resistencia civil contra el paso del gasoducto Tuxpan-Tula, que será construido por la empresa Transportadora de Gas Natural de la Huasteca (TGNH), filial de TC Energy, y que se pondría en marcha desde el Sur de Texas hasta Tuxpan, ella se mantuvo activa organizando a sus vecinos.
Empresa de gas intentó sobornarla con una casa
Compartió que le ofrecieron hacerle una casa por parte de la empresa constructora, sin embrago, su respuesta fue que “cuando hace calor, puedo cocinar afuera de mi casita y cuando llueve me pongo un nylon, con lo único que me conformo es que no pase el gasoducto”.
Uno de los personajes que estuvo activo, pero para abonar al paso del gasoducto, fue el ex presidente municipal, Alejandro Guzmán, padre del actual edil por dos periodos, Osvaldo Guzmán, ambos priistas.
En aquellos momentos el expresidente estuvo ofreciendo “dádivas” e hizo varios esfuerzos para lograr convencer a la gente que el paso del gasoducto “era bueno”, incluso hasta hizo pensar mal a los integrantes del comité de lucha en defensa del territorio, del porqué tanto interés del ex alcalde.
Ahora llegó a los oídos de Margarita Martínez Rosas, un recado del mismo Alejandro Guzmán, haciéndole saber que, si apoya su regreso una vez más a la presidencia municipal, él podría hacer que le regresen sus cajones con abejas.
La víctima lleva unos 35 años dedicándose a la apicultura, sólo que ya lleva un año de no cosechar miel y esa era una forma de ayudarse en su vida, pues no cuenta con nada más, “ese era mi patrimonio y pensé que nunca las perdería”, manifestó.