TLAOLA/HUAUCHINANGO, Pue.- En agosto de 2016, cuando los diariospublicaban “dolor, desgracia, muerte o devastación” en laSierra Norte, no exageraban. A un año de que la tormenta tropical“Earl” afectó comunidades de diferentes municipios poblanos,los habitantes todavía no se reponen ni emocional nimaterialmente, pues algunos perdieron a familiares, otros suscasas, su ganado, sus vehículos o las siembras; todos dejaron detener tranquilidad. Ahora, cuando hay una lluvia pertinaz, deseanque pase pronto para no volver a enfrentarse al dolor. En algunoscasos, las zonas afectadas siguen en el olvido.
Los días que siguieron tras el desastre, las autoridades semovilizaron en los municipios de Huauchinango, Tlaola y Xicotepecde Juárez que posteriormente tuvieron declaratoria de emergenciapor parte de Protección Civil nacional. Hubo despensas, comida,cobijas, café caliente y discursos positivos que alentaban a lapoblación para rehacer su vida.
A casi un año de que eso pasó, hay damnificados que se hansentido timados por todos los órdenes de gobierno, pues ellosmismos han edificado sus casas de madera para suplir las queperdieron, sus hijos siguen tomando clases en aulas ambulatorias ysin ventilación; las poblaciones carecen de puentes vehiculares,no se les ha reparado el sistema de drenaje ni se ha hecho nadapara prevenir que nuevamente haya inundaciones en las comunidadesdonde siempre se les permitió construir, pese a estar en zonafederal o de riesgo.
En el estado se reconocieron 42 muertos por el paso de“Earl”. En un comunicado emitido el 8 de agosto del añopasado, se dijo: “La región más afectada del estado ha sido laSierra Norte. En el municipio de Huauchinango se presentó la mayorprecipitación de agua de la que se tenga registro: 265.5 mmacumulados durante 24 horas, lo que significa casi la totalidad deprecipitaciones en todo un mes, de acuerdo con reportes deComisión Nacional del Agua (Conagua)”.
En tanto, un punto de acuerdo de la Cámara de Diputadosreportó mil 600 viviendas afectadas y 22 aludes por desgajamientosen la Sierra Norte, así como 20 caminos impactados y por lo menosdos puentes vehiculares quedaron inservibles.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería,Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) valoró que por“Earl” resultaron afectadas siete mil 400 hectáreas decultivos, en los municipios de Tlaola, Huauchinango, Jopala,Tlapacoya y Chiconcuautla.
El 25 de agosto de 2016, el entonces gobernador de Puebla,Rafael Moreno Valle Rosas (hoy “suspirante” para abanderar lacandidatura del PAN a la presidencia de la República) dijo que losdaños que dejó la tormenta tropical en 29 municipios del estadofueron evaluados por mil 849 millones de pesos.
Pasado un año del desastre, de las cuentas, de las promesas, delas fotografías con políticos, e incluso de la visita delpresidente Enrique Peña Nieto, hay familias que tuvieron quereconstruir sus casas con madera, pues nunca se les especificó queel apoyo no tenía fecha de llegada.
“SOLO VINIERON A TOMARSELA FOTO”
La familia de Federico Sánchez Amador habita en la juntaauxiliar de Chicahuaxtla, Tlaola (a tres horas de la capitalpoblana), donde parte de la población preserva el náhuatl como suprimera lengua.
Desde antes de “Earl”, viven en diferentes casas situadas enun mismo predio. Al paso de la corriente que hizo crecer el ríoque atraviesa la población, 160 casas fueron afectadas, entreellas la de los Sánchez.
No solo eso, sino que Protección Civil compactó su camionetaFord azul debido a que los perros detectaron un supuesto muerto, loque resultó una falsa alarma.
Ellos recibieron una tarjeta de la Secretaría de DesarrolloAgrario, Territorial y Urbano (Sedatu) con el número de folio006952 con la leyenda “vivienda censada”. Nadie les explicóque esa ficha no les garantizaba una nueva casa entregada por elgobierno federal, pues eso dependería de la evaluación de losdaños y de la disponibilidad de recursos para la construcción dehogares.
La familia se encuentra decepcionada, porque se quedaronesperando apoyo de las autoridades y, no solo eso, sino quedesconocieron el procedimiento para que Protección Civil repusierasu camioneta.
La mujer que mostró la ficha que les entregó la Sedaturecuerda que Rosario Robles Berlanga (antes representante de laizquierda mexicana y ahora colaboradora de un gobierno del PRI) yMoreno Valle, recorrieron con ella la junta auxiliar paraidentificar las afectaciones. Se tomaron la foto con ella ydespués nadie regresó.
Los habitantes de esa comunidad relataron que faltan puentespeatonales y vehiculares, reposición de casas, reparación oconstrucción de dos escuelas, arreglo del sistema de drenaje (puesla población hace sus descargas en el río). “No es tiempo de elecciones; sifuera tiempo de elecciones a la mejor sí soltaban recursos (…)del apoyo del gobierno, nada, ni de puentes ni el río, nada nada.Supuestamente iban a hacer bardas al río, iban a bardear el aguapero no hicieron nada”, se quejó unpoblador. La señora Lucía Reyes recuerdala tragedia y agradece no haber perdido familiares, pero cuenta quevive “de arrimada” con su suegra, lo que ha ocasionado algunasdificultades. No ha intervenido su casa tras las afectacionesporque carece de recursos económicos y porque espera que algúnorden de gobierno se acerque a dar la ayuda aunque sea de formatardía.
Los habitantes de Chicahuaxtla se dicen en el olvido. Reconocenque sus usos y costumbres les orillan a no abandonar su pueblo,pero también dicen que es falso que el gobierno del estado leshaya hecho una oferta de reubicación –como lo afirmó en juniopasado el titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG),Diódoro Carrasco Altamirano.
GOBIERNO ENTREGA CASAS SINSERVICIOS
El 15 de agosto de 2016, en el Diario Oficial de la Federación(DOF) se publicó la declaratoria de emergencia en tres municipiosde Puebla: Huauchinango, Tlaola y Xicotepec de Juárez. Esto porpresencia de lluvia severa de los días 5 y 6 de agosto.
En teoría, esa disposición de “emergencia” garantizaríael acceso a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden)para reparar los daños catastróficos. Los ediles auxiliares deChicahuaxtla y Xaltepec —las comunidades más afectadas—confirmaron que ese apoyo federal no ha llegado a punto decumplirse a un año de “Earl”.
En mayo, el actual gobernador de Puebla, José Antonio GaliFayad, confirmó que el gobierno de Peña Nieto no ha canalizadorecursos del Fonden para las obras que hacen falta.
Pese a esa falta de dinero federal, diversas instancias hanemprendido algunas medidas de apoyo.
Por ejemplo, en la junta auxiliar de Xaltepec, ubicada enHuauchinango, la Sedatu entregó nueve viviendas que seconstruyeron en terrenos de aportados por los damnificados y concostos de 120 mil pesos con apoyo de la fundación Corazón Urbanode Comex.
En un recorrido hecho por EL SOL DE PUEBLA, los pobladoresdijeron que la entrega de casas está supeditada a compadrazgos dela gente con las autoridades locales. Por si ello fuera poco, losbeneficiarios, a quienes se les entregaron las viviendas, dicen queal menos una tiene cuarteaduras.
Hay casas que no se han entregado oficialmente, pero se permiteque los beneficiarios las habiten. Éstas carecen de sistema dedrenaje, agua potable y electricidad; tampoco se les ha instaladola cocina ecológica.
El edil auxiliar Norberto Gómez Sánchez dijo que, tras latragedia, fueron censadas alrededor de 90 viviendas que habríansufrido daños. Solo se han entregado nueve y que un número igualestán “casi listas”.
Aunque defendió que él ha hecho gestiones reiteradas,reconoció que no todo el apoyo prometido ha llegado.
En la población es de dominio común que las casas entregadastienen deficiencias, por lo que algunos habitantes calificaron comouna burla lo que las autoridades hacen, pues hay retraso en lasobras y son incompletas.
SIGUEN EN ESPERA DEAYUDA
“Yo sigoesperando que se apliquen recursos del Fonden, para que se hagainfraestructura. Se agradece que se estén construyendo lasviviendas, pero ¿por qué no se continúa? (…) la gente me estáreclamando”, refirió el edil de Xaltepec. Y esque en el centro de la comunidad es visible que algunos tinacosestán abandonados, incluso con hierba crecida; son los que elgobierno federal utilizaría para las nuevas viviendas.
Uno de los pendientes en la comunidad es la construcción de uncanal de agua, para evitar futuras inundaciones.
El edil subalterno reconoció que a la fecha hay “bastantes”familias que todavía viven en zona de riesgo, es decir, en plenocerro o en barrancas.
En el caso de Chicahuaxtla, también el presidente Luis Picazodijo que se sigue esperando la ayuda de los tres órdenes degobierno. Allí la prioridad son el drenaje, la reubicación deescuelas, puentes vehiculares y un canal para encausar el río.
Los caminos a ambas juntas auxiliares son transitables, aunqueen Chicahuaxtla hay un puente vehicular improvisado y endeble en elque se han registrado accidentes.
Durante los recorridos hechos por esta casa editorial, se pudoidentificar que dos escuelas de Chicahuatla, Tlaola, y una dePapatlazolco, Huauchinango, siguen sin ser intervenidas. Losmenores llevan un año escolar en aulas móviles, a las que —enalgunos casos— les falla el sistema de aire acondicionado.
APOYO A MARCHASFORZADAS
En las mencionadas juntas auxiliares, la población ha idoreconstruyendo sus casas y se resignan a la posibilidad de otrodesastre natural. Esa resignación no implica evitar reprochar alas autoridades el olvido, la premura, privilegiar accionespolíticas.
El pasado 25 de abril, EL SOL DE PUEBLA visitó la juntaauxiliar de Cuautitla, en Huauchinango. En unos días, allí seentregarán 260 casas con dos habitaciones, cocina, sala-comedor ysanitario.
El contrato de las casas lo obtuvo el grupo Aísa, el mismo queofrece viviendas en la Ciudad Modelo, donde se ubica la empresaAudi. En el sitio web de CompraNet no existe una licitación de lasviviendas, lo que significa que éstas se construyen con recursoestatal.
Hace una semana, el llamado fraccionamiento Plácido Domingo(donde se encuentran las nuevas casas), lucía incompleto, conmaquinaria estacionada en la calle, decenas de trabajadores y lasvialidades sin pavimentar. El 23 de julio, la Secretaría deDesarrollo Social (Sedeso) ya reportaba un avance de 95 por cientoen las viviendas.
La versión de los pobladores indica que las casas seránentregadas entre 5 y 6 de agosto, justo en el aniversario de ladevastación en la Sierra Norte.
Ambas juntas auxiliares son solo una muestra de la situación delas comunidades afectadas hace casi un año, aunque hay querecordar que la Secretaría de Gobernación (Segob) federal hizo ladeclaratoria de desastre en 29 municipios poblanos: Atempan,Chichiquila, Chiconcuautla, Chignautla, Chilchotla, Coyomeapan,Eloxochitlán, Guadalupe Victoria, Huauchinango, Hueyapan, Jopala,Juan Galindo, Lafragua, Naupan, Pahuatlán, Quimixtlán, SanSebastián Tlacotepec, Teteles de Ávila Castillo, Tlacuilotepec,Tlaola, Tlapacoya, Tlatlauquitepec, Tlaxco, Xicotepec, Yaonáhuac,Zacapoaxtla, Zacatlán, Zihuateutla y Zoquitlán.