Una cruz de flores sobre una mesa de madera y silencio total en la iglesia, son el escenario que rinde homenaje luctuoso a Héctor Animas Marín, a un año del accidente escolar que le quitó su vida en Atzitzihuacán.
María Guadalupe Marín Domínguez y José Ánimas Álvarez aún lloran la partida de su hijo mayor, pero también tienen coraje por las omisiones de las autoridades, y les duele más la impunidad.
La directora y maestra de la escuela primaria “Benito Juárez”, Rosa María Terrón Rodríguez, además de Alicia Ortega, no actuaron con oportunidad en el accidente y actualmente dan su servicio en otra institución, relatan ambos con impotencia.
En junio de 2018, Héctor, de 7 años, realizaba sus actividades de educación física cuando un compañero lo empujó y cayó, según relatan en el pueblo. El menor, alumno de segundo año, tuvo por la caída tres paros cardíacos por un traumatismo craneoencefálico que fulminaron su vida.
La mañana de este domingo, frente a la fracturada iglesia de Atzitzihuacán por el sismo de septiembre de 2017, se realizó una ceremonia religiosa por el aniversario luctuoso de Héctor. Y, aunque el párroco no habló sobre el acoso escolar, su reflexión fue enfocada en el respeto.
“Le tenemos que pedir a Dios el orden, porque si no entonces caemos en la injusticia, en el libertinaje y en el exceso”.
Una vez terminada la ceremonia, la familia recorrió a pie y en silencio el camino hacia el panteón. La cruz de flores pasó justo frente a la entrada de la escuela primaria en la que Héctor pasó las últimas horas de su vida.
Globos y flores adornaron la tumba del ángel de la familia Ánimas Marín y una cadena de aplausos animó a las tumbas, después de las palabras de su madre, Guadalupe, quien no pudo contener el llanto al recordar la alegría y los sueños inconclusos de su hijo: “Fue un año muy difícil para mí sin él, para el cielo una gloria”.
UN HECHO IMPUNE
Guadalupe Marín y José Ánimas condenaron que la muerte de su hijo sea un hecho impune y que, en todas las instancias de gobierno, incluida la Secretaría de Educación Pública (SEP) además de la Fiscalía General del Estado (FGE) no hicieran nada para hacer justicia.
“Pedimos justicia y que se reabra la investigación. Si hay un culpable, la maestra Alicia tiene responsabilidad y fue omiso”, dijo su madre.
El padre agregó que una funcionaria pública de nombre Claudia Susana, con quien atendían este tema, les comentó que estaban en proceso de tenerles una respuesta al caso, pero ahora, no les han dado información.