En silla de ruedas y pese a las dificultades, doña Felipa Bernabé Parra, de 90 años de edad, acudió a votar este 6 de junio con la esperanza de un cambio.
Acompañada de su hija, la originaria de Ixcaquixtla sale de la casilla ubicada frente al parque de la cabecera municipal; es domingo, día de tianguis y ambas deciden ir al mercado., pero se percatan que no pueden atravesar la calle, debido a que está en reparación.
Son cerca de las 13 horas y el rayo del sol es intenso, luego se dan cuenta que una llanta de la silla está por desprenderse y decide dejar a su mamá bajo la sombra de un árbol, mientras le dice que ira por unos jitomates.
Después de unos minutos, la hija de la abuelita regresa con un morral con muy pocas verduras, dispuesta a buscar la manera de regresar a su casa.
Mientras tanto accede a una entrevista con esta corresponsal, menciona la difícil situación de carencias que vive con su madre, desde hace cinco años que la atropellaron en la banqueta de su casa y el responsable huyó.
“Vivimos únicamente de la pensión de mi mamá, estamos solas, a veces mis hijos me dan alguna ayuda, pues yo me dedico de tiempo completo a ella, tenemos carencias pero pues estamos juntas”, contó.
Dijo que la presidencia municipal la apoyó con una silla de ruedas pero esta le ha salido defectuosa, porque se ha descompuesto muchas veces y la que traía en ese momento estaba demasiado vieja y a punto de perder una llanta.
Pese a la difícil situación que enfrenta dijo que da gracias por tener salud, debido a que recordó ha perdido a varios familiares en esta pandemia.
Felipa refirió que acudió a votar porque cree que las cosas en su municipio pueden cambiar; sin embargo dijo que quizás no sea de la noche a la mañana pero tiene fe en que se logre.
“No seguimos a ningún candidato para que nos den algo y después solo se llene sus bolsillos, creemos las cosas tienen que mejorar” finalizó.
Finalmente se contactó a un taxista de este municipio, quien al conocer su situación, decidió llevarlas a su casa de manera gratuita.