Integrantes del colectivo Pueblo Tutunakú en Defensa del Territorio en Lucha de Tlacuilotepec, quienes han abanderado por varios años esfuerzos colectivos para garantizar la autonomía de los pueblos indígenas en la Sierra Norte de Puebla, denunciaron ser víctimas de despojo de bienes e incluso allanamiento, con revisiones visiblemente ilícitas.
El pasado fin de semana, la activista Margarita Martínez Rosas, apicultora y campesina tutunakú, denunció que supuestos funcionarios municipales, así como un presunto trabajador de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) estatal, arribaron a su propiedad en la comunidad de Cuautepec y decomisaron sus instrumentos de trabajo, con los que obtiene su principal ingreso para subsistir.
Por motivos de incomunicación, y con el objeto de facilitar la traducción al español, pues Margarita es hablante nativa tutunakú, el defensor de la tierra y el agua en la Sierra Norte, José Camacho, compartió en entrevista con este medio que a la activista de Tlacuilotepec le quitaron sus 22 cajones de madera donde resguardaba sus colmenas. Estos objetos, incluidos las abejas, le fueron retirados, y los presuntos trabajadores del ayuntamiento no le dijeron a dónde los llevarían.
Según expuso el luchador social, los supuestos trabajadores municipales y estatales arribaron al domicilio de Margarita para informarle que el predio en el que mantenía sus abejas, el cual se ha ocupado para el mismo fin durante varios años, no contaba con la reglamentación necesaria para funcionar como apiario. Inclusive, dichas personas se negaron a fundamentar su acción en algún marco normativo.
Pese a demostrar que el sitio tenía los permisos correspondientes, los cuales fueron emitidos y avalados por la autoridad desde varios años atrás, los sujetos procedieron a retirar las colmenas de Margarita sin siquiera mediar diálogo, y de forma autoritaria. De hecho, la activista reportó haber sido víctima de discrminación etno-racial.
Aunque los aparentes empleados del ayuntamiento no se presentaron, el supuesto trabajador de la SDR sí lo hizo, y se identificó como Guillermo Serrano Jiménez.
Por ello, para conocer si dichas revisiones fueron o no legales, El Sol de Puebla buscó postura de los gobiernos estatal y municipal.
La dependencia estatal se deslindó de los hechos, sin embargo, aclaró que dicha persona sí laboró en la SDR, pero dejó de hacerlo en diciembre pasado. Por lo tanto, al presentarse como funcionario, la participación de Guillermo Serrano en la revisión fue ilegal.
Por otro lado, esta casa editorial buscó en múltiples ocasiones la postura del ayuntamiento de Tlacuilotepec a través de sus mecanismos oficiales de contacto, esto con la finalidad de conocer si fue esa autoridad la que ordenó el decomiso de las colmenas, sin embargo, dichas vías de comunicación se encontraban inoperantes.
Ataques no son casualidad
José Camacho refirió que las irregularidades con las que se realizó la presunta revisión contra Margarita fue más bien un acto intimidatorio, pues la mujer, quien es reconocida como una de las principales lideresas indígenas de la región, ha sido una aguerrida defensora del territorio y el agua en Tlacuilotepec desde hace varios años.
Entre sus principales luchas se encuentran, la defensa por la autonomía hídrica y patrimonial de los pueblos indígenas de la Sierra Norte, particularmente frente a los intentos de empresas transnacionales y cacicazgos de la zona, quienes buscan supuestamente apoderarse de las tierras que históricamente le han pertenecido al pueblo tutunakú.
Además, Margarita es una de las principales opositoras al proyecto del gasoducto Tuxpan-Tula, que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y TC Energía proyectaron para el sureste del país, y el cual atravesaría por Puebla.
Allanan vivienda de activista
El pasado jueves, Floro Vázquez Castillo, compañero de lucha de Margarita, sufrió la invasión de su vivienda mientras estaba fuera de ella. Aunque en apariencia ningún objeto de valor fue sustraído, el activista reportó que sus pertenencias fueron dañadas.
Según reportó el activista, el pasado 6 de julio, cuando se encontraba laborando junto con su esposa Anacleta y su hijo, quien es menor de edad, su hogar fue allanado por sujetos desconocidos. Los hechos ocurrieron en la comunidad de Esperanza, también en Tlacuilotepec.
Vázquez Castillo es conocido por ser uno de los principales defensores de la tierra y agua en ese municipio, especialmente en el pueblo de Papaloctipan. Junto con Margarita y otros compañeros, busca que aproximadamente 16 mil hectáreas de terreno en esa demarcación sean reconocidos como propiedad indígena, tal como, supuestamente, se definió hace varios años.
Este esfuerzo colectivo busca que los pueblos indígenas Tutunakú, Tepehua, Nahua y Hñahñu puedan ratificar la pertenencia de las tierras que por varios años han sido arrebatadas, supuestamente a manos de caciques y compañías transnacionales.
Recientemente su petición la elevaron hasta la Presidencia de la República, donde solicitaron al mandatario Andrés Manuel López Obrador involucrarse en la lucha, particularmente con un decreto expropiatorio a favor de los pueblos originarios de la Sierra Norte.
Finalmente, es importante señalar que los miembros del Pueblo Tutunakú en Defensa del Territorio en Lucha de Tlacuilotepec exigieron a las autoridades estatales investigar ambos hechos. Por un lado, determinar si el retiro de los instrumentos de Margarita fueron ordenados por algún funcionario; mientras que, por el otro, esclarecer quienes invadieron la vivienda de Floro.