Habitantes de Santa María Coapan señalan que sus usos y costumbres están por encima de las leyes que prohíben el uso de pirotecnia. Por ello, el próximo 15 de agosto, acordaron realizar la tradicional quema del castillo, sin importar las sanciones que puedan imponerse. En una asamblea, dejaron en claro que en esta decisión no intervienen ni las autoridades auxiliares ni la iglesia.
A pocos días de la fiesta patronal de esta junta auxiliar, en la que se venera a la Virgen de la Inmaculada Concepción, como es costumbre, se convoca a una asamblea en la que los habitantes del pueblo determinan la manera en que se celebrará el festejo, ya que son ellos quienes aportan económicamente para su realización.
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En la reunión llevada a cabo el pasado fin de semana, se indicó que, por instrucciones del ayuntamiento municipal, no debía utilizarse pirotecnia, recordando que un juez había otorgado una suspensión definitiva del uso de pirotecnia desde el año pasado. Sin embargo, los más de 400 pobladores presentes decidieron que sí habrá fuegos pirotécnicos.
Se determinó que los pobladores están dispuestos a asumir las consecuencias legales o sanciones que puedan derivarse de la violación de la prohibición, argumentando que, por usos y costumbres, la quema de pirotecnia es parte del festejo de su fiesta patronal. Por lo tanto, no suspenderán la quema del castillo en la explanada de la iglesia de la comunidad.
Antonio Dolores Ignacio, Presidente Auxiliar de Santa María Coapan, manifestó que es una decisión de los pobladores, deslindándose de las acciones de la comunidad. Explicó que, en una reunión previa, ya se había informado a los mayordomos de las distintas celebraciones y al sacerdote de la iglesia sobre la necesidad de abstenerse de detonar pirotecnia, pero esto no fue suficiente.
A pesar de que se les advirtió que no podían contravenir esta prohibición y que habría consecuencias, los pobladores señalaron que asumen las sanciones que las autoridades pudieran imponer. Tras una votación en la que más del 70% aprobó que la fiesta se celebrara según sus costumbres, se decidió proceder con la quema.
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Ante esta situación, la organización Protección al Entorno lamentó que las personas no comprendan que sus usos y costumbres no deben estar por encima de la ley ni violar un derecho constitucional. Advirtieron que las autoridades deberán impedir esta actividad, incluso con el uso de la fuerza pública si es necesario. De lo contrario, sería como si supieran que alguien va a cometer un asesinato y no hicieran nada por impedirlo.
