A pesar de que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó el proyecto hidroeléctrico Puebla 1 Presa Zoquiapa, en Tlapacoya, no hubo consulta previa a los pueblos indígenas sino simulaciones, acusó Violeta Valdez, integrante del Centro de Derechos Humanos Antonio Esteban.
Señaló desde hace dos años, la empresa ha citado a los pobladores para entregarles apoyos como despensas, pero no les ha informado en qué consiste el proyecto, que es mucho más grande, pues abarca otras etapas para los municipios San Felipe Tepatlán y Ahuacatlán. “En realidad no hicieron una consulta previa, libre e informada sino una simulación”, explicó.
La Semarnat aprobó este mes de julio el proyecto hidroeléctrico Puebla 1 Presa Zoquiapa, que dotaría de energía eléctrica a la empresa Wal-Mart y a otras multinacionales, tras la consulta pública que se realizó el año pasado.
Por separado, Gerardo Pérez, jurídico de El Barzón, destacó que si bien la Reforma Energética privilegia las actividades de extracción frente a cualquier otro uso del territorio, la Constitución protege a los pueblos indígenas en la preservación de cultura y tradiciones, y los proyectos energéticos promueven la pérdida de la identidad y la violencia.
Ejemplificó el caso de la hidroeléctrica Gaya, que tenía la oposición de la población por lo que se habían gestado conflictos armados contra los que estaban a favor. En junio, fue asesinado Adrián Tilihuit, un presunto opositor a la hidroeléctrica que se ubica en Zacapoaxtla.
Valdez explicó que las comunidades de Tlapacoya conservan rituales antiguos para agradecer al río por ser una fuente de vida y de conexión con la naturaleza, y los proyectos promueven la modificación de su cultura, negándoles que se reproduzca.