Por supuesto abuso de autoridad por parte de elementos policíacos y una juez de control, un ciudadano de Tehuacán denunció ante la CDH los hechos ocurridos el pasado 2 de diciembre, cuando cinco motopatrulleros lo desnudaron y golpearon, además de que le exigieron 8 mil pesos para que fuera liberado.
LA DETENCIÓN OCURRIÓ EN LA COLONIA MÉXICO SUR
Fue el pasado 2 de diciembre de este año, cerca de las 12:00 horas, el detenido iba a bordo de su motocicleta acompañado de otra persona, justamente cuando circulaban por la calle Tabasco, entre Coahuila y privada Profesor Aaron Joaquín, de la colonia México Sur, donde notó por su retrovisor que era seguido por cinco motopatrulleros, quienes les marcaron el alto.
Al detenerse su acompañante se dio a la fuga de manera inmediata, 'yo solo me quedé observando, como no traigo nada ni he cometido algún delito me quedé parado como me indicó el elemento de la Policía Municipal de Tehuacán; me pregunta, qué hicieron, por qué corre tu acompañante, yo le dije, no sé porque corrió, y un elemento me jala la playera y me dice, porque andan robando, me tira al suelo y otro uniformado se acerca y me empiezan a patear, además me dan unas cachetadas para que no lo reconociera', comentó la víctima.
El detenido refirió que una vez que los uniformados lo habían sometido alcanzó a escuchar cómo llegaron más patrullas a la ubicación, situación que generó la curiosidad de los vecinos, quienes se acercaron a preguntar a los elementos del por qué la detención, a lo cual respondieron que se trataba de asaltantes. Posteriormente lo subieron a la patrulla junto con su motocicleta.
PRESUNTA TORTURA Y EXTORSIÓN EN SSPM
El hombre fue llevado a Seguridad Pública, lugar al que también arribaron los motopatrulleros que lo habían detenido por presuntamente haber robado, 'me ponen enfrente de la pared, me abren las piernas y me empiezan a golpear en los testículos, me enseñan una pistola y un cuchillo y me decían que me echara la culpa, que dijera que eso era mío, me rociaron gas lacrimógeno y me dieron más golpes en el cuerpo, yo les decía que no sabía de eso, ni eran míos, ni voy a decir nada, porque esas pertenencias no son mías', comentó.
El masculino refirió que los uniformados le pidieron que se quitara la ropa por completo y le pidieron que realizara 10 sentadillas, mientras más realizaba lo seguían golpeando y le rociaron gas lacrimógeno, después lo llevaron a lavarse la cara, pues por las agresiones físicas tenía el rostro lleno de sangre, de igual manera le pidieron secarse con la camiseta que llevaba puesta.
Después lo subieron a una oficina en donde le presentaron un arma de fuego, un cuchillo y unas llaves, en donde de nuevamente le pidieron que reconociera que eso era suyo, por segunda ocasión se negó.
"Después me llevaron a una celda y ahí solicité una llamada con un familiar, sin embargo, el guardia que estaba en turno me dijo que aún no se lo habían autorizado, por lo que espere cerca de tres horas, más tarde llegó mi mamá con quién dialogue y le expliqué lo que había ocurrido".
El detenido manifestó que, en la plática con su progenitora, le dijo que ella ya se había entrevistado con la juez en turno, Mónica Rivera, y que ella le había solicitado la cantidad de 8 mil pesos, dinero que debía reunir en un máximo de dos horas y si no contaba con ese monto económico el acusado sería remitido a la ciudad de Puebla porque supuestamente portaba un arma.
Cerca de las 20:00 horas de ese día, la víctima fue liberada, para ello su familia le entregó la cantidad de 6 mil pesos y no ocho como se los habían solicitado, cabe destacar que no se realizó ningún tipo de recibo o comprobante que diera a conocer la entrega del dinero.
Por último, el masculino manifestó que la queja fue hecha ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH), no obstante, está pendiente de la contestación y espera que se pueda actuar en contra de los funcionarios públicos, ya que sin pruebas lo detuvieron y le exigieron reconocer que pertenencias ajenas eran suyas.