Teziutlán.- Inconformidades y hasta enfrentamientos son el saldo que, hasta el momento, ha generado la llegada de empresarios y trabajadores dedicados a la producción de papa, quienes desde hace aproximadamente tres años iniciaron sus actividades agrícolas, generando señalamientos por parte de agricultores sobre presunta contaminación en campos y el medio ambiente, además de que el agua está de los afluentes está siendo desviada hacia las plantaciones.
Lo anterior, según lo registrado en algunas comunidades de Yaonahuac, Hueyapan, Chignautla y Teziutlán, cuyos habitantes se han visto obligados a realizar detenciones de los trabajadores debido a que, por cerca de 3 años, han estado talando grandes extensiones de tierra para llevar a cabo dicha actividad agrícola, la cual, si bien genera ganancias para el gremio, también ha estado ocasionando problemas de contaminación.
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Según algunos testimonios que prefirieron guardar su anonimato, se trata de empresas productoras locales que, durante varias décadas, llevaron a cabo dicha producción en la zona de Oyameles, perteneciente a Tlatlauquitepec. Sin embargo, el uso excesivo del terreno ocasionó la esterilidad de la tierra, lo que llevó a la búsqueda de otros terrenos.
Ante ello, han sido algunos propietarios de predios ubicados en los municipios antes mencionados quienes habrían accedido a rentar sus terrenos para comenzar con dicha tarea. Para algunos habitantes, esto ha sido considerado un ecocidio, primero debido a la tala inmoderada de los bosques y posteriormente por la aplicación de pesticidas que afecta la flora y fauna del lugar.
Cabe destacar que, por tal motivo, han sido los pobladores quienes, ante la necesidad de detener este tipo de acciones, han llevado a cabo operativos para detener a los trabajadores, los cuales han sido retenidos. En esto, han intervenido las autoridades policiales del lugar a fin de rescatar a los trabajadores, quienes tan solo son llevados a las comandancias sin ninguna trascendencia debido a la falta de elementos para ser procesados.
Asimismo, indicaron que, si bien se trata de empresas locales de la región de Tlatlauquitepec, estas no generan ningún tipo de beneficio para sus comunidades, puesto que los trabajadores son traídos de otros lugares sin generar ningún tipo de empleo o ingreso para los habitantes.
Según la inconformidad más fuerte para los habitantes, los productores de papa están desviando el agua de la zona para lograr su cometido, además de contaminar los ríos y arroyos hacia los cuales destilan los químicos y fertilizantes usados en las plantaciones. Mientras tanto, otros riegan sus plantas con aguas negras, lo que también representa un riesgo para los habitantes, especialmente los niños y personas adultas mayores.
De lo anterior, desglosaron que, si bien hasta el momento las afectaciones son incalculables debido a que los afluentes que atraviesan la zona recorren cientos de kilómetros, pasando por otros municipios de la zona baja donde se alimenta el ganado, entre otras especies, hasta llegar a la costa veracruzana, no ha habido hasta el momento una revisión o control del uso de estos químicos que afectan el entorno en general.
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Cabe señalar que la producción de la papa implica diversos métodos agrícolas, desde el cultivo en campos tradicionales hasta sistemas más modernos de cultivo en invernaderos o hidroponía. Sin embargo, la producción de papa enfrenta desafíos como enfermedades, plagas y cambios climáticos. Los agricultores deben estar atentos a prácticas sostenibles para garantizar la salud del suelo y la biodiversidad, así como para minimizar el uso de productos químicos.