Es natural la desconfianza que prevalece en esta junta auxiliar,luego de que hasta hace 20 meses se mantenía la lucha contra elproyecto hidroeléctrico impulsado por Grupo México y que derivó,en su momento más álgido con la tensión generada por laretención de 65 activistas, en enero de 2013.
Bajo ese contexto, el pasado 13 de julio, una máquina bulldozerabrió una brecha sin contar con la autorización de los dueños delos terrenos dañando cultivos de maíz y cafetales. Al díasiguiente, campesinos de las comunidades de Bibiano Hernández, ElCrucero, Chilocoyo y Chipahuatlán exigieron a trabajadores de laempresa Gromac de Pachuca, Hidalgo, sacaran la máquina ydetuvieran los trabajos.
Los empleados dijeron contar con la autorización de lasautoridades municipales, por lo que el día 17 de julio exigieronal edil que se presentara en la comunidad de Bibiano Hernándezpara explicar lo sucedido. Fue hasta el día 18 cuando informó queel camino es para realizar una obra de agua potable para otrascomunidades desde los manantiales que abastecen de agua a lapoblación de Bibiano Hernández.
La autoridad reconoció que no se cuenta con un estudio deimpacto ambiental ni con un estudio hídrico, ni autorización deSemarnat, que hace unos meses rechazó una manifestación deimpacto ambiental para un proyecto de agua potable que losindígenas creen es el que se intenta construir.
Los pobladores manifestaron su inconformidad al presidentemunicipal por la clara violación al derecho a la información, alconsentimiento libre e informado, así como por los daños enpropiedad ajena cometidos por la empresa.