Luego de una serie de críticas por permitir el regreso de los tianguistas en pleno ascenso de la pandemia de Covid-19 en este municipio, y por el incumplimiento de las reglas de sana y sanitaria convivencia en ese lugar en las últimas dos semanas, el Ayuntamiento dio ultimátum a los vendedores de máximo dos o tres mercados más para entrar en orden total y definitivo.
La anterior postura primero fue lanzada por el alcalde Guillermo Velázquez Gutiérrez y secundada por el director de Comercio, Abasto y Vía Pública, René Tetlamatzi, quienes además de comprometerse a monitorear el tema y cumplir con su parte, convocaron a los atllixquences a sumar la parte correspondiente “como usar cubrebocas para ingresar a ese espacio e ir una sola persona de compras. Sobre todo, porque algunos se enojas al exigir esas reglas las cuales son convenientes para todos”, sentenció éste último.
Además del ultimátum mencionado, el gobierno local precisó una serie de aspectos a cumplirse ya desde mañana y el próximo sábado. Entre ellos destaca cerrar los accesos a ese espacio una hora antes, a las 5 de la tarde, y así cumplir el horario marcado desde el nuevo arranque: las 18 horas.
“Es para reforzar las medidas de cuidado y de vital importancia para preservar en mayor medida la salud de todas las personas que acuden al tianguis. Sin olvidar la observación de las medidas de seguridad como el uso de cubrebocas, el mantenimiento de la sana distancia, el lavado de manos y la presencia de una sola persona por familia son obligatorias para compradores y vendedores”, remató Tetlamatzi.
Incluso adelantaron, ocasionalmente y de manera aleatoria los empleados del departamento de salud comunitaria tomarán la temperatura a los viandantes y ofrecerán gel antibacterial. Pero un dato destaca: a pesar de los llamados por diversas vías, un alto porcentaje de vendedores no cumplen cabalmente los acuerdos. “Y la muestra más clara son las sanciones a más de 60 vendedores a quienes recomendaron previamente hacer caso a la normativa y no entendieron”.
Finalmente, y de persistir las faltas, “pondremos en marcha el retiro o reubicación del puesto o local. Y después la clausura definitiva, cancelación de la cédula de funcionamiento, permiso provisional o autorización. Y ante la imposibilidad de respetar las normas tras esos llamados, viene un arresto administrativo hasta por 36 horas”.