Advierten sobre fraude inmobiliario en Área Natural Protegida de Huauchinango

Una supuesta organización lleva cuatro años construyendo un fraccionamiento el cual no existe

Heriberto Hernández/Huauchinango

  · martes 12 de junio de 2018

Se cumplieron más de cuatro años de que algunas víctimas se quejaran públicamente en contra de Vicente Gayosso Hernández por el fraude cometido a través de un supuesto proyecto de construcción de 2 mil 600 casas; el fraccionamiento nunca ha existido físicamente y tampoco en documentos oficiales, pese a que esta persona continúa realizando cobros cada mes a los supuestos beneficiados con el argumento de que el dinero es para “gastos de operación”.

En primera instancia Vicente Gayosso se ostentaba como dirigente de la organización Centro de Acopio “El Cargadero” y actualmente la asociación se denomina “Huauchinango por el progreso”.

Cuando se hicieron los primeros reportes de fraude, en el año 2014, se consultó en las dependencias oficiales (una de ellas fue la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano) sobre este supuesto fraccionamiento, al que Vicente Gayosso Hernández denominó “Enrique Peña Nieto”, sin embrago, la versión fue que “no hay documento oficial que ampare el proyecto, que carece de todo requerimiento observado en las reglas de operación”.

Cuando se empezaba a acomodar la forma del engaño, en octubre del año 2014, una persona de sexo femenino, que prefirió que se dejara su nombre en el anonimato por temor a represalias, acudió a la Secretaría Municipal de Desarrollo Social y Rural para dar detalle de lo que sucedía en el interior de una oficina, en ese entonces, ubicada en la calle 20 de Noviembre casi esquina con Manuel Ávila Camacho, a dos cuadras de la alcaldía.

Explicó que, de entrada, les estaban solicitando “30 pesos para una credencial de identificación y, de manera semanal, 20 pesos para mantenimiento y 5 pesos de cooperación” para gastos en general.

Las aportaciones podrían ser consideradas “mínimas”, sin embargo, se trata de gente pobre y aunque la Sedatu rechazó haber autorizado 2 mil 600 viviendas para personas con escasos recursos en Huauchinango, la asociación insiste en que sí habrá este programa y que lo haría en terrenos de la comunidad de Teopancingo, que será “gratuito”, e informó que ya tiene mil 800 “beneficiarios inscritos, de diferentes partes del país” que solo han pagado cuotas de 750 pesos cada uno para el mantenimiento de su oficina. Esto en mayo de 2016.

La versión de la dependencia oficial no frenó las acciones de Vicente Gayosso, pues continúa con sus numerosas asambleas, algunas realizadas en su nuevo domicilio, localizado en la esquina que forman las calles de Morelos y Guadalupe Victoria, como en otros puntos de la ciudad, en donde se les informa que él es el representante de la asociación y les asegura que el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, le aprobó la compra del terreno y la construcción de las casas.


EL MISMO GANCHO DESDE 2014

Gayosso Hernández es la misma persona que tenía una oficina en la calle 20 de Noviembre de Huauchinango y, junto con otras, ha realizado la misma operación desde el año 2014: promueve supuestos programas del gobierno federal y cobra cuotas semanales o mensuales para su presunta gestión. Hasta ahora no se conocen resultados de estos trámites.

Fue él mismo quien insistió en que el fraccionamiento se llamara “Enrique Peña Nieto”, que ahora será construido en una fracción del ejido de Teopancingo, denominada Los Olivos, cuya compra está “negociando” con los miembros del Comisariado Ejidal, luego de que el dueño de un terreno en la comunidad de Ocpaco negara haber hecho tratos con él.

En cambio, en el año 2016 el presidente del núcleo ejidal, Roberto Hernández, desmintió el asunto y afirmó que sus terrenos no están en venta, que esa zona del ejido les fue restituida recientemente tras un largo juicio en la Reforma Agraria, que le costó la vida a su padre, Eleazar Hernández, quien fue asesinado; y que no permitirán que construyan “ni una vivienda, por el simple hecho de que nosotros nos dedicamos al cultivo de la trucha y, de hacerse las casas, las descargas de sus aguas residuales irán a parar al río, contaminando nuestras granjas”, se deslindó.

Por su parte, personas que se han inscrito en el supuesto programa de viviendas manifestaron su temor de que se trate de un engaño y que además se queden con los 750 pesos que han pagado para supuestos gastos de manutención.


EL PROYECTO

En una entrevista pasada Vicente Gayosso dijo a este medio de comunicación: “Ya tenemos el plano. Tendrá todos los servicios. Calles pavimentadas hasta la carretera federal México-Puebla y el fraccionamiento llegará hasta la parte de arriba, por Camotepec”.

Las reuniones de los presuntos beneficiarios entregaron su documentación “CUIP (Clave Única de Identificación Personal), y son personas que dicen que tienen casas, pero no están registradas y realmente no tienen a su nombre nada y que pagaron 750 pesos cada una, pero no tendrán que pagar ni un centavo más”.

En las reuniones se ha dicho que las casas tendrán “dos recámaras, una sala, una cocina integral, un baño, una entrada para carro, todo construido en un terreno de 105 metros y las escrituras las estamos tramitando, y también serán pagadas por el gobierno”.

En una versión de la Sedatu, obtenida en el año 2015 por este medio, el coordinador de Vivienda, Arturo Rodríguez Ballinas, negó que la dependencia hubiera destinado recursos o haya aprobado este proyecto de viviendas que, aseguró, ni siquiera cuenta con el permiso para usar el nombre de “Enrique Peña Nieto”.

En tanto, Vicente Gayosso dio a conocer, primero, que el proyecto de vivienda estaba valuado en dos mil 300 millones de pesos; después, dijo que en dos mil 800 millones, cifra que de entrada rebasa hasta el presupuesto anual de dependencias federales en el estado de Puebla, como Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo).

Lo anterior ha motivado a que se inicien las investigaciones por parte de las autoridades judiciales para determinar la comisión de delitos por parte de Gayosso Hernández.