La movilidad que generan las fiestas patrias en el centro de la ciudad no beneficia a los betuneros, ya que, cuanta más gente hay, menos personas se toman el tiempo de limpiar su calzado. Integrantes de las dos organizaciones que ocupan las bancas del Parque Juárez mencionaron que este lugar ya está invadido por el comercio informal.
A pocos días de los festejos del Grito de Independencia y el desfile del 15 de septiembre, los trabajadores que limpian calzado señalaron que cada año son conscientes de que sus ingresos disminuyen hasta en un 40%, debido a la concentración de puestos ambulantes y la multitud que acude a los juegos mecánicos y a la verbena popular, lo que satura este espacio.
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Uno de los betuneros mencionó que, aunque muchas personas creen que sus ingresos aumentan en estas fechas, ocurre lo contrario, ya que la mayoría de sus clientes son personas que suelen llegar al parque con tranquilidad, se sientan y solicitan el servicio. Sin embargo, cuando hay festejos como estos, se bloquean los accesos para automóviles en el primer cuadro, lo que provoca que sus clientes ya no lleguen.
Indicaron que comprenden que estos festejos ocurren solo una vez al año, pero señalaron que, en los últimos meses, este lugar ha sido ocupado por una gran cantidad de puestos ambulantes. Cada fin de semana, puestos de “artesanos” se instalan a un costado del parque, sobre la avenida Independencia Oriente. Además, en la explanada se encuentran vehículos y dinosaurios eléctricos.
“Entre la gente y los puestos nos tapan, y solo pasean sin detenerse”, comentó uno de los betuneros, que forma parte de una agrupación, pero prefirió no revelar su identidad por temor a represalias. Afirmó que este espacio se ha convertido en un mercado ambulante, cuando se supone que, al ser considerado parte del Centro Histórico, no debería ser usado de esta manera.
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Esta misma situación afecta a las dos agrupaciones de betuneros que trabajan en el Parque Hidalgo. Una de ellas está conformada por alrededor de 22 integrantes, y la otra por 16 trabajadores. Ambos grupos están distribuidos alrededor de este lugar y se distinguen por el color de los cajones que usan para llevar sus artículos de limpieza, rojo y azul. Por cada limpieza cobran 25 pesos, un costo que consideran se mantendrá durante el resto del año.