Por intentar quitarle su plaza para presuntamente beneficiar a Rafael Garrido Rosado, esposo de la actual directora general del Instituto Tecnológico Superior de la Sierra Norte de Puebla, Eloísa Mora Arellano, una maestra de tiempo completo interpuso denuncia ante seis instancias diferentes de gobierno ante lo que llamó "conflictos de interés" y acoso laboral, según documentos que obran en poder de este reportero.
Con fecha de recibido el 31 de enero pasado, entre ellos por la Comisión de Derechos Humanos del Estado, así como del Órgano Interno de Control en Institutos Sectorizados a la Secretaría de Educación Pública del Estado, la denunciante señala que el hostigamiento laboral y discriminación que vive por ser mujer ocurrió luego de que el pasado 14 de enero, alrededor de las 19:38 horas la dirección general, a través de la subdirección académica, difundió la convocatoria para participar en la promoción de categoría y plazas titulares. En la denuncia se narra que el jefe inmediato de la quejosa, le notificó que como profesor de tiempo completo es obligatorio presentar expediente y presentación.
Considerando que la docente trabaja de martes a sábados, descansando domingo y lunes, sacrificó uno de sus días de descanso para presentarse y acatar las instrucciones recibidas, sin que le explicaran por qué con esa premura le pedían armar el expediente, lo que suma sus cuestionamientos por la suspensión de pago de nómina. La única respuesta que obtuvo es que tenía hasta las 2:00 de la tarde del 18 de enero para entregar el expediente.
A pesar de que lo entregó 10 minutos antes del tiempo límite que tenía para entregar esta propuesta. Entre las cosas que explica que, sin detallar justificación, se le da a conocer un calendario diferente para presentarse en la Subdirección Académica. Al ingresar, le indican que debe dejar el celular. Luego le hacen saber que su plaza está nuevamente a concurso, junto con otras. La afectada indicó que pretendía estar a la altura de lo que ha demostrado en los 20 años, ininterrumpidos, en la institución. Lo irónico es que tenía que concursar por un trabajo que ya tiene, con la experiencia y los requisitos que ya reúne.
Después supo que el trámite era para beneficiar al esposo de la actual directora general, quien cobra sin asistir a laborar la escuela, toda vez que también funge como director académico en la Universidad Interserrana del Estado, señalamiento que acompañó en la denuncia con copia del cobro del tercer trimestre de remuneración bruta y neta que presenta la misma universidad serrana y que obtuvo a través de la Ley de Transparencia.
Una vez que hizo de conocimiento de los involucrados de que tenía esos documentos y evidencias, según la denuncia, el subdirector académico la amenazó: "yo tengo todo el poder y puedo ejercerlo si quiero". Derivado de esto presentó una denuncia 9 de octubre de 2020 y, en esta nueva denuncia, adjuntó ese alegato como antecedente respectivo y como justificación de que las acciones en su contra son para cobrar venganza. Por todo lo anterior, justificó su requerimiento legal bajo lo que presumió como discriminación por ser mujer, la violación a sus derechos y el hostigamiento laboral.
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