Aqueja abandono emocional a sociedad de Tehuacán

La falta de reconocimiento y apoyo emocional en los núcleos familiares es un problema recurrente

Juan Ambrocio Jiménez / El Sol de Puebla

  · jueves 3 de octubre de 2024

El abandono emocional en los jovenes. Foto: Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

El abandono emocional ha sido considerado como uno de los principales malestares de la sociedad de Tehuacán, así lo informó el psicólogo y representante del colectivo Efecto Mariposa, Carlos López Méndez.

Reiteró que este padecimiento ha sido identificado como el principal factor detrás de las tendencias suicidas en jóvenes en el municipio, donde el choque generacional y la minimización de la salud mental siguen siendo tabúes.

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Agregó que la falta de reconocimiento y apoyo emocional en los núcleos familiares es un problema recurrente que afecta gravemente a los jóvenes.

Enfatizó que los niños y jóvenes no son responsables de su propio proceso terapéutico cuando enfrentan problemas emocionales, lo que los lleva a tomar decisiones equivocadas.

Esto luego que uno de sus profesores fuera acusado de besar a una alumna de cuarto grado. Foto: Juan Ambrocio Jiménez / El Sol de Puebla

Definido como la falta de reconocimiento de las emociones, este problema es una situación muy común en muchos hogares, donde los padres tienden a descalificar o restar importancia a los sentimientos de sus hijos, lo cual puede intensificarse en situaciones como rupturas amorosas, en las que el verdadero dolor no proviene del evento en sí, sino de la sensación de no sentirse apoyados por sus seres queridos.

Aseveró que es crucial que los padres se interesen por las emociones de sus hijos, evitando la descalificación y brindando el apoyo necesario para enfrentar las dificultades emocionales; a decir del psicólogo, el desconocimiento y la falta de atención hacia la salud emocional de los jóvenes pueden tener consecuencias devastadoras.

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Añadió que en los años 2000, Tehuacán fue testigo de una serie de suicidios en los que padres no solo acababan con su propia vida, sino también con la de sus hijos, además de añadir que estos hechos no surgieron de la nada, sino que fueron el resultado de problemas emocionales y familiares no resueltos, arrastrados hasta el límite.