En medio de la temporada de lluvias y con la crisis de inundaciones en varias partes de la ciudad, especialmente en calles céntricas, la basura arrojada a los drenajes o dejada en las calles para ser arrastrada es uno de los muchos factores principales para convertir a Atlixco en la “Venecia” de Puebla, tal y como muchos habitantes ya lograron calificar a este Pueblo Mágico.
Por ejemplo, en plena temporada de precipitaciones pluviales y luego de varias inundaciones ocurridas en los últimos días en colonias cercanas al río Cantarranas, empleados del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (SOAPAMA) encontraron hasta ganchos de ropa en algunas tuberías de drenaje de la ciudad.
Y es que durante el desazolve en la colonia Maximino Ávila Camacho, una de las ubicadas en la periferia del centro, sacaron entre la cantidad de desechos, entre otras cosas, el objeto mencionado el cual debería estar en el relleno sanitario o reciclado.
“Ese problema generó el colapso del drenaje por lo que resultó necesario la sustitución”, lamentaron funcionarios de ese organismo. Por esa razón el SOAPAMA pidió a los ciudadanos en temporada de lluvia no tirar basura a los drenajes.
EL MERCADO
“Es una lástima que en la calle 3 Sur, frente al mercado Benito Juárez, la misma gente que trabaja en ese lugar acostumbra dejar la basura. Y las autoridades no hacen nada”. Así varios atlixquenses lanzaron quejas sobre el mismo tema.
Aunque en defensa propia algunos de los vendedores del mercado Benito Juárez acotaron que “no sólo ellos generan desechos, también las personas que visitan el lugar o que pasan por ahí en coche dejan su basura en donde les pega la gana. Sin olvidar a quienes viven en el área que aportan lo suyo”.
Funcionarios del Departamento de Limpia respondieron sobre el tema con el argumento de que “cada comerciante debe llevarse su basura, o por lo menos depositarla en los contenedores”.
Está claro: los comerciantes del mercado Benito Juárez, el más popular y turístico de esta ciudad, fueron evidenciados en las últimas horas por la cantidad de basura dejada en las entradas y salidas de ese sitio, situación que provoca en temporada de lluvias por momentos taponamientos en las alcantarillas e inundaciones.
Bárbara González señaló además que el agua corre con estiércol, “también con lombrices y gusanos. Sólo deseamos ser escuchados por las autoridades para resolver el tema y evitar estos desbordes y pérdidas de nuestro patrimonio”.