ATZALA, Pue.- Elideth, de tres meses de edad, ya no alcanzó aser bautizada el pasado martes, antes de que esto ocurriera suhermana, sus padres y los testigos de ese sacramento, fueronaplastados por los restos de un templo que hace por lo menos tresmeses estaba agrietado y con conocimiento de la autoridadmunicipal. Ayer, decenas de habitantes de la comunidad despidierona once personas que fueron víctimas del terremoto de 7.1 grados,en la tierra caliente que los vio nacer y morir.
Una víctima mortal fue trasladada a su municipio de origen:Chietla. Los otros once fueron enterrados por segunda vez. Laprimera fue el martes a las 13:14 horas, cuando el material deltemplo los cubrió. En ese momento se escuchó un grito ahogado,mezclado con el impacto del material sobre el suelo y los cuerpos,según describió el sacristán Sergio Montiel, quien sobrevivió.“Ya había dado elsacerdote su bendición cuando recibió a los padrinos y a la genteque llevaba a la niña a bautizar. Pasamos a leer la lectura y almomento de que su servidor iba a leer la primera lectura, comenzóel movimiento. Pensando que iba a ser poco, quise quedarme ahí depie pero mi compañero Lorenzo me jaló hasta lo que llamamos lamedia naranja”, describió. Ambos se resguardaron en bajo el arcode la bóveda de la iglesia.
Para ese entonces, el párroco ya había corrido despavorido porla puerta de atrás del templo católico.
Sergio cerró los ojos sin saber qué iba a ocurrir. De prontoescuchó los gritos de ayuda de Ismael Torres, a quien se evacuóen una tabla que se ubicaba entre los escombros. Luego se extrajo aotra joven que estaba malherida. Los demás, ya estabanmuertos.
En total, hubo cinco sobrevivientes del sismo: un párroco y dossacristanes, una invitada al bautizo y el padre de la menorfestejada. “Estábamos cerca de unmuro, un pilar que resistió”, dijo el sobreviviente, quien estemiércoles caminó por las calles del pueblo para rezarle a losmuertos. Sergio dijo que el Ayuntamiento de Atzalaya tenía una advertencia de que el templo estaba endeble y teníagrietas antes de los dos sismos recientes. Esto se sabía desdehace por lo menos tres meses.
Ayer, la comunidad se unió a la pena de tres familias queenterraron a las víctimas en el panteón. Los parientes de Manuelade León, madre de la bebé que sería bautizada, llegaron desdeotros municipios, aunque habían estado distanciadas desde tiempoatrás. Flora se dijo arrepentida por no haber convivido más consu sobrina, quien intentaba rehacer su vida con Ismael Torres.
Habitantes de Atzala tuvieron un día distinto, pues unmunicipio que no es frecuentado por el turismo, captó la atenciónde estudiantes, empresas, ONG´s, medios nacionales einternacionales, políticos y autoridades. Su Zócalo, que lucevacío en cualquier día de la semana, acogió a personal deprotección civil, a policías, funcionarios públicos,trabajadores de constructoras, y activistas que compartieronalimentos preparados y otros productos no perecederos para lospobladores.
EL RECUENTO DE LOSDAÑOS
El edil Alberto Ramos Morán dijo que la cifra de muertos eneste municipio es de 12 personas, incluyendo a un regidor deChietla que se encontraba en una celebración religiosa en laparroquia de Santiago Apóstol el pasado martes; además, hay dosheridos que están hospitalizados en la capital poblana.
Jacinto Roldán, regidor de Gobernación del municipio deChietla, fue la persona fallecida que no se había tomado en cuentaen Atzala. Él era invitado en el bautizo que se efectuó el díadel terremoto.
El presidente municipal describió que el cuerpo fue trasladadoa su municipio de origen, por lo que en Atzala solo velaron a 11personas y no a las 12 fallecidas.
Los muertos, oriundos de Atzala, son Elideth, menor que estabasiendo bautizada al momento del derrumbe; María de Jesús, suhermanita, y Manuela de León, su madre.
Florencio Flores y Susana Villanueva eran los padrinos; Samuel yAzucena, los hijos de estos últimos; Carmen, Feliciana, FideliaNolasco y Aurelia Vázquez eran invitadas.
El padre de la menor bautizada, Ismael Torres Escamilla, y unainvitada, María de Jesús Flores, se encuentran en recuperaciónpor diversas contusiones; ambos estarían internados en el Hospitalde Traumatología Rafael Moreno Valle, aunque la Secretaría deSalud (SSA) no precisó el dato.
A decir de Ramos Morán, los dos heridos fueron atendidos. Elprimero en ser trasladado fue Ismael Torres, a quien se logrósacar de los escombros con apoyo de las autoridadeseclesiásticas.
Además de ello, se salvaron los dos sacristanes: Sergio Montiely Lorenzo, así como el párroco que oficiaba la misa, de nombreNéstor. Él no se ha comunicado con la comunidad, aunque por elresto de los sacerdotes se sabe que se encuentra en perfecto estadode salud.
OTROS DAÑOS EN ELMUNICIPIO
El edil dijo que hasta ayer por la tarde no se habíacontabilizado la cantidad de afectados por daños en sus viviendas,aunque señaló que varios vecinos reportaron cuarteaduras ydesprendimientos de material de sus casas. La mayoría está hechade adobe y cal.
Amén de la iglesia, otros edificios afectados en menor escalafueron la comisaría ejidal, la biblioteca, casa de la cultura, unabodega del templo, castillos del quiosco, un tanque dealmacenamiento de agua, por citar solo los inmuebles públicosimpactados por el sismo de 7.1 grados.
Todavía se ignora cuántos recursos se tienen que destinar parala reconstrucción de las casas y de los inmuebles públicos. RamosMorán dijo que la prioridad fue la atención a víctimas y adeudos, que ayer enterraron a sus muertos en el panteónmunicipal.