HUAUCHINANGO, Pue. Los damnificados de este municipio están ala espera de que les notifiquen en dónde serán reubicadosaquellos que habitan en zonas de riesgo o quienes perdieron suscasas al cien por ciento, y no les importa si serán proyectos devivienda vertical los que se ejecuten, pues lo único que piden esque les garanticen que será una región segura en la que no serepetirá
del sábado pasado.El Sol de Puebla intentó hacer un sondeo por los albergues deHuauchinango para conocer la opinión de la gente en torno alproyecto que anunció la SEDATU de construir
En las colonias más afectadas en el municipio considerado comoel corazón de la Sierra Norte,
o llevándose lo poco que les quedó a la casa de sus familiares.En la colonia La Joya, Ausencio Espinoza, ayudándose de unapala, trata de desenterrar
en donde se encontraban sus ahorros, unos dos mil pesos quenecesita para cubrir sus necesidades.Detalló que los representantes de la Secretaría de DesarrolloAgrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Secretaría deDesarrollo Social (SEDESO) ya le pidieron sus datos para integrarloal censo de las casas dañadas, pero le afirmaron que en tres mesesserá cuando le digan si es acreedor al beneficio.
Sostuvo que no le importa dónde sea reubicado, pero que élgobiernos cumpla su promesa y le den una nueva vivienda: "ya notengo a donde ir".
Don Ausencio se asume como uno de los sobrevivientes de latragedia, pues cuando su casa se derrumbó él se quedó adentro ysu familia salió huyendo.
"Me cayó un block en mi pierna y me quedé atrapado. Luego yame ayudaron a salir. Nos fuimos a refugiar con el vecino, y hastael día que vino el Presidente (Enrique Peña Nieto) me dieronatención médica".
"AQUÍ YA NO PUEDOVIVIR"
Gabriel Lemus tenía su casa en la colonia Piedras Pintadas. Sesalvó por casualidad. La noche del sábado acudió a una fiestacon su madre. Ahí le avisaron que se desgajó el cerro y supropiedad estaba sepultada.
Solamente quedó una pared en pie. Su casa no sólo esinhabitable porque esté bajo la tierra, sino porque metrosadelante se formó un voladero que resulta un peligro para laspersonas.
"Aquí ya no se puede vivir. Aquí ya es zona de riesgo", expusomientras mostraba la ropa, cobijas, sus muebles y demás artículosque están regados a lo largo de la bajada.
Sostuvo que una vez que sean reubicados por el gobierno, no leimporta a dónde sea enviado, pero que les garanticen a losafectados que estarán en una zona segura.
PIDEN LAREUBICACIÓN
"Sería bueno que nos reubicaran, porque ya es una zona deriesgo. Pero que apoyen a la gente que lo necesite. Están apoyandoa algunos que nos les pasó nada", sostuvo Leonel TéllezLemus.
La noche del sábado el agua entró por la casa de su vecina yreventó el muro que comportarían. Sus pertenencias se perdieronen ese momento.
Él, su esposa y sus seis hijos ya habían salido de lapropiedad, pues desde que incrementó el cauce del río, decidiósacar a su familia para ponerla a salvo.
"Estaría bien que nos reubicaran en edificio, yo no tengo adonde vivir. Aquí estamos en zona de riesgo", sostuvo Leonel.
ACEPTARÁN APOYO
"Lo que nos dé el gobierno está bien. Si el gobierno no ayudapor qué no aceptarlo", sostuvo Cindy Ávila Martínez, quien dijoque no tiene problema del lugar en el que le den una casa, ni eltipo de la construcción.
En la entrada del albergue del recinto ferial, detalló que supropiedad está cuarteada por el golpe del agua y tierra que seregistró.
Detalló que una parte de su propiedad la rentaba, por lo quesus inquilinos tampoco tienen dónde vivir.
Cristina Flores era una de las personas que rentaba en esapropiedad, por lo que dijo que es necesario que el gobierno laapoye en la entrega de viviendas: "yo no tengo a donde vivir".