El grupo de migrantes que pernoctó en San Martín Texmelucan siguió su camino, sobre la autopista México-Puebla, rumbo a la Ciudad de México tras pasar una noche helada en territorio poblanos.
Algunos bien abrigados, otros más con bermudas, emprendieron su caminata con dirección a la Basílica de Guadalupe, a propósito del 12 de diciembre, para luego ir al Monumento a la revolución.
Habitantes de este municipio de Puebla se solidarizaron con las familias y niños, principalmente de Haití, para llevarles desde muy temprano café, pan y otros alimentos, así antes de partir comieron algo para resistir, pues su camino aún es largo.
Entre sus manos, llevan el sueño de poder legalizar su estancia en México para iniciar una nueva vida, la que su país les ha negado por condiciones de inseguridad o falta de oportunidades laborales para salir adelante.
Otro más, esperan cumplir el sueño americano y llegar a Estados Unidos para trabajar y seguir adelante, aunque en pocos casos, se reencontrarán con familiares o amigos de sus propias comunidades.
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La caravana va acompañada por más cien personas entre personal del Instituto Nacional de Migración (INM), Guardia Nacional (GN), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), así como de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Se observan a familias enteras, niños en brazos o en carriolas, caminando al lado de sus padres. Otros infantes casi adolescentes, ya van cargado una mochila.
Algunos de los migrantes se cambian los zapatos por lo tenis o se ponen chanclas, y así se van turnando el calzado para hacer más ligero el transitar.