La Fiscalía General del Estado emitió orden de aprehensión por delitos contra los animales contra el asesino de un perro de la raza Pitbull llamado Dino, ultimado en marzo de este año en Tlaola a machetazos.
"Doy la cara y no me escondo, sigo en pie de lucha hasta que se haga justicia no únicamente para Dino, sino por todos los animales que son asesinados por locos o maniáticos; sé que el gobierno puede hacer mucho desde su escritorio como legislar por una ley para el bienestar animal", dijo en entrevista para este medio César Vergara, dueño del can ultimado.
Es de destacar que esta sería la primera orden de aprehensión liberada en la sierra norte de Puebla por delitos cometidos en agravio del bienestar animal.
Para César, Dino era un perro juguetón y noble que, según sus palabras, no merecía morir de esa manera (a machetazos): "exijo justicia, sé que la autoridad puede hacer esta justicia conforme a lo que está establecido en el código penal, no es otra cosa más que para lo que están las autoridades", dijo la fuente mientras abundaban los detalles de los hechos que ocurrieron el pasado 14 de marzo, en la calle Zacatlán, de la comunidad tlaolense de Cutzontipa, a manos de un hombre de 22 años de edad, en lo que definió como con alevosía y ventaja.
Señaló que, tras la agresión a su can retuvo el agresor y lo presentó ante las autoridades correspondientes en su municipio; el inconveniente es que en menos de dos horas dejaron libre al agresor. Entonces decidió llevar el tema ante la Fiscalía General del Estado, presentó su denuncia, misma que acompaño con pruebas como fotografías y videos. Contactó a la Clínica del Perro Callejero, de Darinel Keller y así se sumó a diferentes causas de defensa de los animales lo que derivó en un apoyo que sirvió para que se liberaron la orden de aprehensión contra el agresor de Dino, misma que fue liberada el pasado 3 de octubre.
Ahora el inconveniente es que, según la fuente, el indiciado huyó a Estados Unidos desde hace unas semanas, aparentemente en busca de trabajo, ahora está buscando la forma en que el ministerio público si cumplimente la orden de aprehensión, aun cuando el señalado está ya en el extranjero: "ahora con la tecnología todo se puede; ya nadie se puede esconder del gobierno de lo que se haya hecho", argumentó, el hombre de 52 años, campesino y con discapacidad motora en una pierna. No presentó denuncia por intento de homicidio, cuando intentó defender a su perro, porque, señaló, su condición económica no permite contratar a un abogado.