En calma pero con completo hermetismo se encuentra la cabecera municipal de Santa Isabel Tlanepantla luego de la muerte del alcalde José Efraín García García, quien desde un año antes ya no despachaba en la presidencia municipal luego de que un grupo de pobladores tomaran el inmueble al acusar presuntos desvíos de recursos.
Tras la llegada de una carroza al anochecer del jueves, familiares recibieron el cuerpo del munícipe en el callejón Miguel Negrete, de la colonia centro, donde era su domicilio particular. Desde ese momento, la familia comenzó a recibir las condolencias de vecinos y allegados al emanado de las filas del Partido del Trabajo (PT).
Además, quienes hacían acto de presencia en la vivienda, traían consigo despensas y ofrendas para los dolientes tal como es la costumbre del lugar. El cuerpo del munícipe, postrado en un féretro de madera a mitad de patio, estaba rodeado de pocas flores, velas y veladoras.
El tan-tan de los repliques de campana de la Iglesia hacían estremecer el ambiente, mientras se escuchaban rezos y cánticos de consuelo para la familia.
Ante la presencia de los medios de comunicación, familiares prefirieron no hablar más sobre el tema y adelantaron que ya no exigirán justicia, sin embargo, reprocharon que las autoridades conocían la situación por la que atravesaba el funcionario y jamás hicieron algo al respecto para salvaguardar su integridad.
En las calles de la cabecera municipal las actividades comerciales del municipio marcharon en normalidad, sin suspensión de clases para las instituciones educativas. A pesar de la poca afluencia de pobladores en las calles céntricas, algunos realizaban el pago de la luz en el palacio municipal, el cual se encontraba cerrado y sin actividades.
García García había sido presionado por n grupo de la comunidad a dejar el cargo de presidente desde el pasado 20 de octubre del 2015, debido a un presunto desvío de recursos de más de un millón 500 mil pesos, cantidad que debía ser destinada para obras públicas.
Además fue acusado de enriquecimiento ilícito, por ello le fue cerrado el palacio municipal y desde entonces continuaba ejerciendo sus funciones en una oficina particular, situada en el municipio de Tepeaca, lugar a donde se dirigía el pasado jueves por la tarde, cuando fue herido de arma de fuego por sujetos desconocidos.
Esa tarde, sujetos armados le cerraron el paso en la carretera y le provocaron una lesión en la cara le arrebató la vida. Uno de sus familiares lo llevó hasta el Hospital General de Tepeaca en busca de atención médica, sin embargo, ya había fallecido.
Este sábado, se espera que se lleve a cabo una misa de cuerpo presente en la iglesia de Santa Isabel, donde se le dará el último adiós y después se colocaran sus restos en el panteón municipal.