A una semana de la agresión que recibió la exdirectora de Seguridad Pública, Diana López Ferrusca, por parte de dos comandantes de la Policía Municipal, y después de que fuera destituida del cargo, ninguna autoridad del ayuntamiento que encabeza el alcalde morenista Roberto Ramírez Cervantes ha dado postura sobre los hechos.
Durante un recorrido realizado ayer por El Sol de Puebla en busca de los funcionarios municipales, se observó que en el Palacio los servicios básicos son brindados de manera normal en cada una de las áreas y departamentos; sin embargo, la mayoría de los regidores no se encontraba en el inmueble debido a que presuntamente se encontraban realizando actividades institucionales fuera de sus oficinas.
En la comandancia, donde sucedió el problema interno el pasado miércoles, solo se encontraban tres policías; no obstante, todo parece fluir de forma normal. En el sitio había una oficial encargada de cabina junto con un elemento de apoyo y un tercero que custodiaba la entrada de la presidencia. De igual forma, en avenidas principales se pudo observar a agentes de vialidad dando circulación a los automovilistas y paso a los peatones.
LA AGRESIÓN
De acuerdo con la denuncia presentada por López Ferrusca ante la Fiscalía General del Estado, fue agredida por dos mandos policíacos que son hermanos luego de que uno de ellos desacatara una orden emitida por ella misma.
La ahora exdirectora de Seguridad narró que indicó que realizaría una boleta de arresto cuando el uniformado se le abalanzó con golpes, al igual que el otro comandante, mientras que un policía intentó defenderla.
A raíz de este conflicto, López Ferrusca, así como el oficial que intentó defenderla, fueron dados de baja de la corporación por el secretario de Seguridad Pública, Hilario Rojas, quien habría recibido órdenes del alcalde.
En rueda de prensa brindada el domingo, la exfuncionaria dio a conocer las diferentes anomalías al interior del departamento de Seguridad Pública, como la falta de equipo de radiocomunicación, armamento y patrullas para combatir la delincuencia, además de que existen juntas auxiliares donde los policías no pueden ingresar por el crimen que lo aqueja, como en Magdalena Teteles.
De acuerdo con el testimonio de López Ferrusca, es imposible llevar a cabo un trabajo eficiente antes las imposiciones del propio alcalde, Roberto Ramírez Cervantes, así como del director general, secretario y subsecretaria de Seguridad Pública, quienes carecen de experiencia y conocimiento para desempeñar su cargo.
La misma exfuncionaria relató que durante la semana que permaneció en funciones realizaron el aseguramiento de una pipa que vendía gas LP de manera irregular, además de la detención de un sujeto, quien pidió ser liberado ya que supuestamente se encontraba "apalabrado" con uno de los mandos policíacos, mismos que la agredieron posteriormente.
En torno a los acontecimientos, López Ferrusca señaló que teme por su integridad ante las amenazas y persecución que ha recibido.