La máxima fiesta de Huejotzingo inundó de color y música las principales calles del municipio. Miles de danzantes alistaron sus trajes y mosquetones con pólvora para dar vida, nuevamente, al carnaval más grande de Puebla y el primero en celebrarse, después de 156 años de tradición, con la denominación de pueblo mágico.
Los cinco batallones que conforman esta tradición desfilaron por calles abarrotadas de asistentes locales y extranjeros.
Pese a que el consumo de bebidas alcohólicas fue visible en algunos puntos del municipio, el primer día de carnaval no presentó disturbios.
El color que caracteriza cada uno de los trajes de los zapadores, los Zacapoaxtla, los turcos, los franceses y los indios, con sus miles de piedras brillantes y bordados de distintos colores, asombraron a los espectadores, quienes se dieron cita desde temprano para encontrar un lugar entre la multitud.
La narración de tres hechos históricos estuvo presente al paso de los batallones en este desfile, conformado por habitantes de los diferentes barrios de Huejotzingo.
Montado en un caballo, encabezó este desfile el comandante en jefe de este año, quien llegó acompañado de otro grupo de jinetes, entre ellos el hombre que representó a Agustín Lorenzo, un bandido que hace dos siglos se robó a la hija del corregidor de aquel entonces.
Seguido de este apareció, con un largo vestido lila, la doncella que fue robada por el bandido, quien dio paso a la serie de 19 batallones que se presentaron en la edición 156 de este carnaval.
El inicio de la celebración
Al filo de las 17:00 horas, con largos penachos cubiertos de piedras y bordados, los zapadores del primer barrio de Huejotzingo fueron los primeros en desfilar frente al Palacio Municipal. “El sonido de los mosquetones es música para los oídos”, expresó uno de los asistentes desde las gradas que fueron colocadas a las orilla de la calle para observar el espectáculo.
En representación de la primera borda indígena en este pueblo, apareció una pareja portando ropa típica del estado, aludiendo a quienes casó Fray Toribio de Benavente, segundo guardián del Convento de Huejotzingo, durante la época colonial.
Seguido de este batallón aparecieron los suavos o franceses y los turcos, que dieron vida a los invasores en la Batalla del 5 de Mayo de 1862, los cuales perdieron el enfrentamiento en contra de la monarquía que lideraba Maximiliano de Habsburgo.
Cada batallón, conformado por grupos de hasta 700 personas cada uno, estuvo acompañado de bandas de música, lo que les permitió bailar al ritmo de diferentes canciones a su paso.
Dos de los cinco batallones que robaron la atención del público fueron los Zacapoaxtlas y los indios. El primero con sus grandes sombreros con los colores de la bandera mexicana lucieron sus movimientos de un lado a otro.
En tanto, los indios con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el pecho, un grande penacho con adornos de colores y una capa de frutas y animales, animaron al público.
Sobre las bebidas alcohólicas
Tal y como anunció en días pasados Edgar Aguilar Teissier, director de Turismo de este pueblo mágico, la venta de alcohol dentro del primer cuadro del municipio estuvo prohibida, por lo que en otros puntos sí fue visible el consumo de estas bebidas.
Desde micheladas, azulitos, pulque, cerveza en caguama y en lata, fueron las principales bebidas que consumieron, especialmente, los turistas que arribaron al primer día de carnaval.
Pese a ello, el desfile se llevó a cabo sin disturbios y con saldo blanco hasta su término, que fue alrededor de las 18:30 horas.
Asimismo, esto no impidió una amplia celebración para los participantes de este carnaval, pues las cervezas fueron parte fundamental de la celebración de cada batallón, realizadas al final del desfile en la casa de cada uno de los representantes de estas agrupaciones.
Cabe mencionar que, durante la celebración realizada en el primer cuadro de la ciudad, permanecieron diferentes cuerpos de Protección Civil y la Cruz Roja Mexicana, con el objetivo de garantizar la seguridad de los turistas y personas locales.
Entregan llaves de la ciudad al comandante en jefe
Este evento, que termina hasta el próximo 13 de febrero, representa también una gran responsabilidad para la persona que fue elegida como el comandante en jefe de esta edición número 156.
Esto porque, previo al arranque del carnaval, la presidenta municipal de esta demarcación, Angélica Alvarado, hizo entrega de la Plaza de Armas al comandante, haciéndolo responsable de la seguridad y el control de la ciudad durante esta celebración.
Aunque es un acto protocolario y representativo de un hecho histórico de un par de siglos atrás, este simboliza un importante para los habitantes de la demarcación, pues es una en la que agradecen la responsabilidad que las autoridades municipales depositan en esta celebración.
El carnaval 2024 se celebrará todos los días hasta el siguiente martes, la fiesta está presente las 24 horas del día en diferentes puntos de Huejotzingo, pero si usted busca disfrutar de este desfile puede hacerlo en la cabecera municipal a las 12:00 horas cualquiera de estos días.
