Transmitir el buen ejemplo de fe y caridad fue el llamado que hizo Joseph Spiteri, nuncio apostólico en México, durante su visita a Teziutlán. Esto se dio en el marco de la celebración eucarística por el cierre del año jubilar del centenario de la diócesis de Papantla, coincidiendo con la solemnidad de Cristo Rey, cuya fiesta, según mencionó, representa la enseñanza de Dios sobre vivir en el amor recíproco.
El anuncio fue realizado por el representante del Estado Vaticano en México ante miles de fieles católicos de Puebla y Veracruz. Durante este sábado, se congregaron en la Plaza de Toros El Pinal. Además, estuvieron presentes obispos de la provincia de Xalapa y otros puntos del país, como Tehuacán, Puebla, Teotihuacán, Coatzacoalcos, Cuautitlán, Veracruz e incluso desde Argentina.
Al evento asistieron sacerdotes, religiosos y religiosas de todas las parroquias, cuasiparroquias, capellanías y congregaciones que forman parte de esta sede episcopal. También estuvieron presentes autoridades civiles, como alcaldes y exalcaldes de los municipios de Teziutlán, Acateno y Hueytamalco del estado de Puebla, que forman parte de la diócesis de Papantla, y otros más de ciudades veracruzanas, como Poza Rica, Papantla, Misantla, Martínez de la Torre, Tlapacoyan, entre otros.
Es relevante mencionar que Mons. José Trinidad Zapata Ortiz, obispo de la diócesis de Papantla con sede en Teziutlán, dio un mensaje de bienvenida: “Doy la bienvenida al señor nuncio Joseph Spiteri, que va a presidir esta eucaristía”, resaltando que representa al Papa Francisco en México y generando así cercanía y saludos del pontífice hacia los fieles de esta región.
A esto, Joseph Spiteri respondió diciendo que, en nombre del Papa Francisco, envía “no solo su bendición y oraciones, sino también concede la indulgencia plenaria en esta ocasión, esta gracia particular que nos ayudará a vivir mejor nuestra vida cristiana”.
En su homilía, el representante del Vaticano en México expresó que el llamado de Dios “es amar a los más pequeños y desamparados, es la verdadera revolución que puede cambiar las relaciones sociales y a toda la sociedad”. Esto permitirá que Dios limpie el corazón, atendiendo las necesidades de los semejantes, logrado a través de los sacramentos, como la confesión y la eucaristía.
La visita concluyó con Joseph Spiteri, quien por voluntad de Dios y de la Santa Sede Apostólica, y en nombre del Romano Pontífice, concedió la indulgencia plenaria a todos los presentes, extendiéndola a los miles de espectadores que siguieron el evento a través de redes sociales y medios de comunicación.