Una estrategia militar para la seguridad de las empresas petroleras antes de la expropiación de 1938 que se quejaban constantemente de hurtos de perpetrados por una banda comandada por “El Tejón”, dio a paso a las primeras alineaciones de lo que ahora es el municipio de Venustiano Carraza, declarado así un 29 de agosto de 1951.
El municipio de Venustiano Carranza es el segundo territorio ubicado más al norte de la sierra, en la Huasteca poblana, de hecho, existe una comunidad, San José, catalogada como indígena totonaca, aunque también hay familia náhuatl en otras localidades.
Es una demarcación que tuvo algunos movimientos legales y catalogación en distintas fechas, su territorio fue una segregación del municipio de Jalpan, una de las áreas más antiguas de la Huasteca Poblana, en cambio, podemos decir que, en el mismo año en que se decretó a Venustiano Carranza como municipio, un 29 o 31 de agosto de 1951 según el INEGI; Jalpan no solamente perdió territorio, sino que también pasó a ser subordinado a Venustiano Carranza.
Incluso está documentado que fue hasta el 4 de enero de 1957, cuando Jalpan volvió a ser reconocido y elevado al rango de municipio.
A Venustiano Carranza le fue otorgado el nombre del ex presidente de la República, asesinado en Tlaxcalantongo, municipio de Xicotepec un 21 de mayo de 1920.
La primera población sobresaliente por el número de habitantes fue agua fría, cuyo nombre oficial cambio a Venustiano Carranza, como resto del municipio. Se le conocía como Agua fría, por unos manantiales cercanos al poblado, ubicados rumbo al paraje conocido como La Puerta, que a la fecha están secos.
Uno de los testimonios importantes que alimentaron esta referencia de Venustiano Carranza fue, Don Roque Goicochea Cabrera, quien fue presidente municipal de 1972 a 1975, él habló de varios temas, como el de los manantiales que dieron nombre a la cabecera municipal.
La estrategia militar para la seguridad que referimos al principio de este texto y que fue la que dio origen a la primera configuración del municipio, se refiera a la historia oral que se cuenta de una banda asaltantes que existía en los años 30. El jefe era Brígido Barrera, mejor conocido como, “El Tejón”, aunque su lugarteniente se llamaba Lorenzo Pancardo, “Lencho” le decían.
El Tejón no era un bandido temido por la población en general, incluso la dificultad para capturarlo se debía a que los vecinos de las poblaciones aledañas le daban protección porque era él y su banda, lo que eran clientes de los lugareños y a veces hasta repartían parte de lo robado, una actitud, con sus respectivas reservas, parecida a la del personaje de “Chucho el roto”.
La gavilla de El Tejón, se dedicaba al robo y soborno a las compañías petroleras inglesas y estadounidenses, mismas que hacían llegar la paga a sus obreros en monedas de metales preciosos, sólo que eran blanco de los robos perpetrados por los citados maleantes que, algunos aseguran que venían de la Huasteca Tamaulipeca, en donde también realizaban las mismas prácticas, pero su habilidad hacía difícil aprehenderlos por la policía.
Se dice que Lencho Pancardo era bueno para disparar pues tenía buena puntería, mientras que el Tejón era hábil para escabullirse de la justicia, incluso se asigna su mote a que, alguna vez se escapó de los uniformados, colgándose de ramas y bejucos que abundaban en la flora propia de la zona.
“Por órdenes de arriba”, el ejército recibió instrucciones de llamar a los comuneros de distintos caseríos cercanos a abandonar sus viviendas y a concentrarse en Agua fría, así El Tejón, Lencho Pancardo y sus secuaces no tendrían donde hacer sus compras o ser atendidos y tampoco serían atendidos y camuflados entre la población. El plan fue terminar con ellos.
Un día, uno de los propios de la banda fue ubicado por el ejército, salió a realizar víveres a Agua fría y después le siguieron la pista, así pronto se percataron que los bandoleros estaban refugiados en una cueva, tras un salto de agua ubicado en un rancho cercano a la cabecera municipal, ahí estaba El Tejón, mismo que ya no tuvo oportunidad de burlar a la milicia.
El cabecilla fue ejecutado, tal vez con otros de sus compañeros, al parecer era la única forma de eliminar riesgos ante el personaje que hasta corrido musical tiene. Al individuo, cuenta la historia que tuvieron que decapitarlo y enviar la cabeza a Zacatlán, que es donde estaba en aquel entonces la jefatura máxima del ejército en esta región norte de Puebla.
La repercusión en la población es que, los que llegaron de las comunidades vecinas, en la estrategia militar, empezaron a comprar terrenos a la dueña de la hacienda de Agua fría, Margarita Patiño Tamariz, oriunda de Papantla Veracruz.
La población creció de la noche a la mañana y empezó la actividad económica, desde la siembra de maíz, frijol, caña de azúcar, ranchos ganaderos y el comercio, con ello la llegada de habitantes incluso de otros países, chinos de apellido Chaw (las fuentes desconocen cómo se escribe) Eliseo Galassi, personas de origen alemán de apellido, “Pipper, Closs y Kholer”; españoles varios como, Don Gerardo Sisniega esposo de Doña Margarita, Don Pepe Ribero, José Goicoechea, Vitorino, Leopoldo y Miguel Sisniega, fueron los fundadores de Agua Fría junto con Doña Margarita que era, la dueña.