IZÚCAR DE MATAMOROS, PUE.- De manera satisfactoria y sinresultado negativo, concluyó el Carnaval de Huilulco, en suedición 2017, donde hubo una innovación al cambiar el uso defrutas que sustituyeron a las que originalmente se utilizaban.
Durante un lapso de tres días, los jóvenes participaron enestos actos, pero el más principal fue “La Guerra de lospilolos”, donde los jóvenes de dos barrios, sostienen unenfrentamiento de manera física, pero previamente aplican susmedidas de protección.
El presidente de esta junta auxiliar perteneciente al municipiode Huaquechula, Abel Aguilar Gómez, señaló que esta costumbretiene de veinte a veinticinco años que viene efectuándose, dondelos muchachos del barrio de arriba se enfrentan con los que habitanen el barrio de abajo.
“El objetivo es que se vea la superioridad de cualquiera delos dos grupos, pero no con el afán de causar violencia sino esparte de una diversión que es vigilada por los propios habitantescon apoyo de la policía municipal de Huaquechula o de la estatal,o sea que no haya abuso en esta actividad”, indicó la autoridadauxiliar.
Antes, para estos ataques los jóvenes utilizaban frutas comolimas, naranjas o mandarinas, pero con el paso de los años y demanera reciente en este 2017, pero ahora usan zapote o mamey, quesi es un poco más peligroso, pero los participantes usan o secolocan protecciones.
“Se colocan petates con adornos, usan sombreros o también sepueden poner casco o máscara para amortiguar el golpe que produceel proyectil como es el zapote que fue usado en su mayoría o enmenor cantidad como es el mamey”, indicó Aguilar Gómez.