IZÚCAR DE MATAMOROS, Pue.- Las imágenes de la caída del techode la iglesia del municipio de Atzala, cuyos escombros siguentirados, siguen presentes en sus habitantes al igual que lapérdida de once vidas humanas, pero principalmente en susfamiliares, quienes levantaron y colocaron ofrendas en surecuerdo.
Veladoras y flores de cempasúchil fueron colocadas alrededor delos barandales del inmueble que sigue cerrado, pero queatestiguaron lo sucedido durante la tarde del pasado día 19 deseptiembre de 2017, cuando se oficiaba una misa de bautizo de unamenor de dos meses de nacida.
Pan de muerto, veladoras, frutas y las fotos es lo que apareceen las ofrendas dedicadas a cada uno de los once fallecidos en laiglesia que se ubica en la parte central de la cabecera municipalde Atzala, pero en cada una de ellas, si bien hay el esmero perotambién la nostalgia por parte de quienes la colocaron.
Doña Hermelinda Domínguez, comentó que “los vamos arecordar a ellos, poniéndoles sus ofrendas para todos losintegrantes de la familia que eran once y que murieron al caerlesel techo de la iglesia, es difícil aceptarlo pero así sucedió,ahora nos esmeramos a recordarlos de esta manera”.
Resaltó a los pequeños Azucena de 6 años y Samuel de 4, éstesegundo tenía entusiasmo por que deseaba ir al kínder, pero“Diosito me los quitó pero sé que desde el cielo nos estánobservando pero nosotros aquí les recordamos en esta temporada (deTodos Santos) y por siempre.
Para don Casiano Villanueva, es difícil olvidar lo sucedido ycon semblante de tristeza, dijo que el día 28 de octubre, lodedicaron a los accidentados como es la costumbre, pero con unsemblante de difícil resignación expuso que en su caso fueronseis integrantes de su familia quienes murieron.
Carmela Meresis Ramírez, su esposa, Feliciana y SusanaVillanueva Meresis, sus hijas; los pequeños Samuel de tres años yAzucena de cuatro, de apellidos Flores Villanueva, además de suyerno, Florencio Flores Nolasco. Todos ellos fallecidos durante laceremonia religiosa de bautizo de la pequeña Elyde Yusak Torres deLeón, de apenas un mes y medio de nacida.
Incluso, la vida les cambió con el sismo, el negociodenominado: Papelería y Abarrotes Villanueva, ahora está cerrado,como si se hubiera unido a la pena que embarga a esta familia.
Doña Agustina explicó que como nuera, le tocó colocar lasofrendas para su suegra doña Carmela, así como para Feliciana. Enel altar fueron colocadas las imágenes religiosas de la Virgen deGuadalupe y las fotografías de los fallecidos. “Siempre ha sido una tradición,año con año le ayudábamos a mi suegra a poner ofrenda, pero esteaño (2017), pusimos nuevas ofrendas y estamos viviendo unasituación muy triste. No esperábamos lo que pasó, nadie estabapreparado”, lamentó doña Agustina.
