El municipio de Tlatlauquitepec ha perdido el 90 por ciento de los magueyes durante los últimos 20 años, provocando que a la fecha solo haya un 10 por ciento de esta planta que se caracteriza por retener tres veces más el agua, producir más oxigeno que los árboles y ser albergue de murciélagos, abejas, mariposas y diversas aves.
Ante este panorama, se ha puesto en marcha el programa denominado “Rescate y aprovechamiento del Maguey Pulquero en la comunidad de Ocotlán de Betancour”, con el objetivo de aumentar el número de pencas que, además de ser utilizadas para la producción de pulque, se emplea para la preparación de alimentos y forraje para el ganado.
Uriel Benavidez, promotor e investigador del maguey, dijo que en este proyecto participarán de la mano las autoridades municipales de la región, la directora de turismo de Tlatlauquitepec, investigadores ambientales, tlachiqueros y la comunidad con la finalidad de rescatar, sembrar y aumentar la producción de la planta.
La reducción desmedida del maguey en esta región, dijo, se debe principalmente al desconocimiento y mal uso que se les da a las pencas, por lo que en ese proyecto también se tienen contemplado la impartición de taller, para evitar que la gente la mutile y corte las hojas indicadas para su uso.
El programa de rescate y aprovechamiento tendrá una duración de un año, el cual servirá como prueba piloto en la que se pretende lograr un incremento del 50 por ciento de la siembra de estas plantas.
A la par se adaptarán metodologías para el máximo aprovechamiento, desde la semilla, la flor y las hojas del maguey, así como los dos tipos de gusano que surgen de ella, con el fin de crear beneficios económicos en los productores.
“Vamos a sembrar plantas en las orillas de los terrenos, rescataremos el conocimiento empírico que tienen los tlachiqueros y realizaremos investigaciones más profundas sobre la planta”, comentó Uriel durante la presentación de la Feria del Maguey.
Indicó que, otra problemática a la que también se han enfrentado es la disminución de ejidatarios y tlachiqueros que se dedican a la siembra y cuidado de esta planta endémica de la cual advirtió que, de no preservarse, poco a poco podrá perderse.