Ejidatarios de San Vicente Ferrer, junta auxiliar de Tehuacán, exigen la intervención de las autoridades estatales y federales para frenar la integración y reconocimiento de nuevos integrantes, quienes, con actas falsas, fuera de tiempo, falsificando firmas y hasta huellas de los mismos, buscan apoderarse y controlar el comisariado de la inspectoría, entre ellos Jesús Fernando de la Luz Hernández, líder de Antorcha Campesina.
Es por ello que a través de escritos se han manifestado ante la Procuraduría Agraria para que su titular pueda intervenir y dar legalidad solo a los 50 integrantes que están legalmente constituidos y los 15 restantes sean desaforados.
A través de escritos manifestaron que estos actos cometidos han sido a espaldas de la asamblea general de ejidatarios, por personas con intereses obscuros, simulando la celebración de asambleas de ejidatarios, en los cuales supuestamente se realizaron sus reconocimientos de avecindados y a la vez su aceptación como nuevos ejidatarios.
Explican que todo fue realizado, abusando de la ignorancia y desconocimiento que tienen los integrantes respecto de los procedimientos para adquirir la calidad de ejidatarios dentro de su ejido.
Es por eso que cuando se presentaron en el ejido con sus certificados, pensaron que su tramite había sido legal y que sus familiares les habían cedido sus derechos y por esa razón habían sido reconocidos como ejidatarios, sin imaginar que todos los actos habían sido fraudulentos.
Al grado de que algunos de ellos fueron elegidos como integrantes del comisariado ejidal, por lo que con la representación que le dieron, estas personas empezaron a cometer una serie de anomalías.
Explicaron que al conocer la forma en que habían ingresado al ejido, en el Registro Agrario Nacional se percataron de la existencia del registro de actas de asamblea de reconocimiento, en los que supuestamente fueron reconocidos como avecindados y aceptados como nuevos ejidatarios.
Asambleas que nunca se llevaron a cabo, porque en el caso de algunos de los que firmaron la solicitud, en ese tiempo fungían como integrantes del comisariado ejidal y por ende fueron falsificadas sus firmas y sellos, así como huellas de todos los que aparecen anotados en las supuestas listas de asistencia.
Además de que las actas fueron elaboradas el mismo día y a la misma hora, siendo algunas de las inconsistencias.
Otra de las anomalías es que en las actas aparece el mismo número de asistentes, lo cual no es creíble, por lo que presuntamente está integrado por 65 representantes del ejido, cuando de acuerdo con el Registro Agrario Nacional únicamente son 50.