En Acatzingo la situación de inseguridad ha llegado al grado de que los pobladores piden de manera urgente la intervención de las autoridades de los tres niveles de gobierno para disminuir los delitos en el municipio.

Acatzingo está incluido dentro de los municipios que integran el “Triángulo Rojo”, que involucra diversos temas de inseguridad, así como delitos relacionados con la delincuencia organizada como son robo de vehículos de autotransporte, secuestros y robo de hidrocarburo, entre otros.

Sin embargo, tras la militarización de la zona en el 2017 y luego de que Petróleos Mexicanos dejó de enviar combustible por el poliducto que corre de Minatitlán a la Ciudad de México para evitar más tomas clandestinas, la industria del llamado “huachicol” decayó, obligando a los hampones a dedicarse a otros giros delictivos.

A decir de los acatzingas hay un costo social que están padeciendo derivado de lo mismo, toda vez que delitos como el robo a transporte de carga, robo de vehículos, secuestros, venta de drogas afuera de las escuelas, asalto a transeúntes se dispararon en el último año.

Asimismo, comentaron que los hechos violentos aumentaron y por primera vez en la historia de Acatzingo en días pasados se halló un cuerpo desmembrado en pleno centro de la ciudad y se detonaron granadas de fragmentación, además de las múltiples balaceras entre grupos rivales que han cobrado la vida de varias personas.

Afirmaron que la inseguridad ha sobrepasado a las autoridades municipales, encabezadas por el edil, José Norberto Manuel Rosales García, por lo que ciudadanos evitan salir por las noches a la calle por temor a ser víctimas de la delincuencia.

Locatarios dijeron que los hampones ya no tienen un horario en específico para atracar, ya sea día o noche, los robos a transportistas, a negocios y a transeúnte se encuentran a la orden del día.

POBREZA FAVORECE A GRUPOS DELICTIVOS

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hasta 2010 el 78.1 por ciento de sus habitantes vivían en pobreza, de esa cantidad el 57.8 por ciento de la gente presentaba pobreza moderada y 20.3 por ciento pobreza extrema.

Para los pobladores de un municipio en el que hay poco más de 52 mil habitantes no es fácil hallar empleo y el campo hace mucho que dejó de ser una opción para los más jóvenes.

Dicha situación de pobreza favorece el asentamiento de organizaciones delictivas como ha ocurrido en otros estados de la República Mexicana, aunado a la descomposición del tejido social.