El profesor Porfirio R. del Castillo, quien fungió como director de la Escuela Elemental de Niños Miguel Hidalgo, de la comunidad de San Rafael Tlanalapan, durante los años 1902-1904, también fue partícipe del movimiento de la Revolución Mexicana de 1910.
De acuerdo con los textos literarios del extinto cronista auxiliar de Tlanalapan, Benito Benítez Cruz, se menciona que dentro del movimiento revolucionario también destacó un personaje que convivió varios años con los pobladores de Tlanalapan, como fue Porfirio R. del Castillo, quien nació en Coayuca Tepexi, Puebla, el 26 de febrero de 1884, fueron sus padres Pascual Alejandro del Castillo y Elena Tobón, estudió en la escuela normal de Puebla y fue maestro rural en Chinantla del distrito de Acatlán.
Explica que el profesor Porfirio R. del Castillo se trasladó a la comunidad de San Rafael Tlanalapan, donde se desempeñó como director de la Escuela elemental de niños “Miguel Hidalgo”, durante los años 1902-1904, donde solo ganaba 26 pesos mensuales en ese tiempo, que eran pagados por el entonces presidente auxiliar de la comunidad, José María Díaz.
Cuando el profesor Porfirio estuvo en Tlanalapan, sostuvo reuniones secretas con la familia de los Hermanos Serdán en la Ciudad de Puebla, durante los preparativos de la Revolución maderista. Y en tiempo de la revolución mexicana se unió primero con el Maderismo, luego a los Zapatistas, comulgando con el movimiento Arenista, hecho que marca la historia de este pueblo.
El profesor Porfirio R. del Castillo en 1909 se afilió al antirreeleccionismo, fungió como segundo vicepresidente del Club Regeneración, dirigido por Aquiles Serdán, y tomó parte activa en la campaña maderista en 1910. Escribió artículos de oposición al régimen de Porfirio Díaz bajo el pseudónimo “Un miembro del Club Regeneración”, en el periódico México Nuevo y El Tlaxcalteca.
Y en sus textos literarios agregó que en febrero de 1911 se incorporó al movimiento armado, operando en los distritos de Tepexi, Huejotzingo y Atlixco, Puebla y obtuvo el grado de coronel. Al triunfo del maderismo, se radicó en Tlaxcala donde continuó su labor periodística.