Unos 15 mil litros de hidrocarburo serían el total del derrame que se originó en el pozo número siete, en el municipio de Francisco Z. Mena. Por ello, las comunidades afectadas ahora piden que la ex paraestatal les pavimente su camino, ya que estos incidentes no son la primera vez que ocurren, y tampoco es la primera vez que solicitan la obra como compensación por los daños ecológicos.
Por la tarde del 2 de diciembre, se reportó como sellada la tubería que sufrió un daño y, por lo tanto, se generó una fuga que dejó escapar una sustancia oscura y aceitosa que alcanzó un arroyo y varios manantiales de la zona. Además, algunos testigos oculares mencionaron que se dejó "material aceitoso esparcido por el suelo".
El cálculo compartido es por los mismos lugareños, ya que dicen haber visto que se pudo recoger hidrocarburo suficiente para llenar la mitad de un camión cisterna, aproximadamente 30 mil litros.
La historia no se detuvo en el control de la fuga. De manera rápida, vecinos de las comunidades La Guadalupe, El Tecomate, El Ojital, Mártires de Rancho Nuevo, Cerro de Altamirano, Ejido Constitución, La Mina y Plan de Arroyo se concentraron para dialogar con alguien que se identificó como Armando García y que dijo ser gestor de Petróleos Mexicanos (Pemex), con el fin de llegar a un acuerdo.
El funcionario mencionó que iba a verificar los daños. Sin embargo, no aceptó hacer el recorrido propuesto por los lugareños, limitándose a decir que los escucharía y actuaría como intermediario con la empresa. Prometió regresar en cuatro días, una actitud que los comuneros lamentaron, proponiéndole que se arreglara la situación en ese momento o de lo contrario tomarían su camioneta (de Pemex) como garantía de su regreso.
Respondió que él no tenía la autoridad legal para hacer acuerdos, y aquellos que sí la tenían no podían estar presentes en ese momento. Los inconformes reaccionaron cuestionando: "Si hasta el presidente Andrés Manuel ya vino hasta acá, ¿por qué los de Pemex no vienen? ¿Se sienten más importantes que el presidente?".
En ese momento, informaron a Armando García que anteriormente les habían prometido que la empresa les arreglaría el camino que va desde La Guadalupe hasta Metlaltoyuca, cabecera municipal de Francisco Z. Mena. Sin embargo, afirmaron que esas promesas no se habían cumplido y que ahora querían que pavimentaran su acceso.
Por parte de la representación de Pemex, no hubo un compromiso claro y dejaron entrever que habría otra reunión para el próximo 7 de enero.
Es relevante destacar que en la reunión estuvieron presentes inspectores, comisionados ejidales y consejos ciudadanos de vigilancia, todos pertenecientes a las comunidades afectadas. Sin embargo, lamentaron la ausencia del presidente municipal, Gildardo Vargas García, en las negociaciones, mencionando que los dejó solos.
Sobre este incidente, el gobernador del estado de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó en una entrevista que personal de Petróleos Mexicanos continuaba en el lugar, que estaba controlado, pero que el derrame no llegó al río de la zona.
“En la mañana nos reportaron en la mesa de seguridad el tema del derrame, es un tema de cultivos, nos dicen que no hay cercano ningún tipo de derrame al río como se dijo. Ya está trabajando Pemex en el control de ello, de la mano de todos los ciudadanos de allá, sin mayor problema”, declaró.
EL DERRAME DE CRUDO
La fuga de hidrocarburo tuvo lugar en un paraje por donde cruza la tubería del pozo en cuestión, alcanzando algunos cuerpos de agua de la zona. Aunque hubo personal de la petrolera, se tardaron varias horas en controlar la situación. La falla comenzó a las 6:00 de la mañana del 1 de enero y fue controlada hasta la tarde del 2 de enero. Hasta el momento, no se ha informado a los vecinos sobre las razones de la fuga.
Debido a la magnitud del derrame, vecinos de unas ocho comunidades se presentaron en el lugar de los hechos. Estos testigos afirman que el hidrocarburo se extendió en más de 10 kilómetros del arroyo llamado La Mina, por lo que la contaminación también afecta a otros cuerpos de agua, como pequeños manantiales.
Los vecinos de estas comunidades, alertaron que, en caso de no contenerse el hidrocarburo que ya corre por las corrientes de la zona, llegaría a las aguas del río Pantepec, uno de los más caudalosos del estado de Puebla, mismo en el que desemboca este arroyo contaminado.
En el lugar del siniestro se puede observar una mancha negra de aceite de la cual todavía escurren residuos hacia las laderas, entre vegetación y agua que nace río arriba, recorriendo cultivos de cítricos que son comercializados por los productores locales.