Severamente dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y finalmente derrumbado, un inmueble histórico privado ubicado frente al zócalo de la Ciudad de Izúcar de Matamoros se ha convertido en un espacio para el consumo de alcohol, la venta de drogas, el depósito de basura, un sanitario improvisado y dormitorio para indigentes.

De acuerdo con locatarios y comerciantes cercanos, el lugar no solo representa un riesgo para la salud pública debido a la acumulación de basura y el uso del inmueble como sanitario al aire libre, sino que también se ha convertido en un refugio para personas en situación de calle.

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Comentaron que la mayoría de las personas refugiadas son menores de edad que han sido vistas consumiendo drogas dentro de la propiedad. Se estima que al menos 12 personas pernoctan en el lugar de manera permanente, usando colchones distribuidos en los cuartos del edificio para dormir.

Cabe mencionar que, a lo largo de estos años, el inmueble ha sufrido múltiples incendios provocados por los mismos indigentes. Pese a los intentos del gobierno municipal de Izúcar de Matamoros por acordonar el área en al menos tres ocasiones para evitar un colapso mayor, el dueño no ha respondido al respecto.

Los vecinos, propietarios y comerciantes de la zona han solicitado a las autoridades y al propietario del edificio, un empresario identificado como Arturo Vargas, que tomen medidas inmediatas para salvaguardar el lugar, sugiriendo la instalación de rejas en las entradas, ya que las protecciones previas han sido robadas.

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Hasta el momento, no se ha obtenido respuesta por parte del propietario sobre las razones detrás del abandono del inmueble ni sobre posibles planes de rehabilitación o aseguramiento.