En menos de un año el robo al transporte de carga prácticamente se ha duplicado en la zona del Triángulo Rojo al pasar de 340 denuncias registradas en 2017 a 671 de enero a septiembre de 2018, lo que representa un incremento de 97.3 por ciento; de igual forma, los homicidios dolosos pasaron de 76 en todo el 2017 a 84 en los primeros 10 meses del 2018, lo que indica un repunte de 10.5 puntos porcentuales, así se desprende del reporte de Incidencia Delictiva del Fuero Común a Nivel Municipal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) publicado en octubre pasado.
A decir de pobladores de esta región centro del estado, ahora el robo a carreteras se ha convertido en “el pan de cada día”, ya que donde operaban las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo, ahora han tenido que cambiar de actividad ilícita ante el cierre de las llaves en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para evitar el paso de hidrocarburo.
Al quedarse sin materia prima, las bandas delictivas y fuertemente armadas se reorganizaron para cometer asaltos a camiones de carga que utilizan la autopista Puebla-Veracruz y la federal Puebla-Tehuacán para transportar mercancías hacia el sureste del país. Incluso ha surgido un nuevo foco de riesgo que es la carretera que va de Tecamachalco a Tlacotepec de Benito Juárez y que ya es conocido como el Tramo de la Muerte.
Los datos del secretariado arrojan que el municipio de Acatzingo es el que presenta mayor incidencia delictiva, toda vez que se han triplicado los asaltos al transporte al pasar de 59 a 181 entre 2017 y los primeros nueve meses del 2018. Seguido de Tecamachalco, al pasar de 31 a 87 casos denunciados. Esto es 206.7 y 180.6 por ciento de incremento, respectivamente.
Les siguen Acajete con 118.7 por ciento de incremento en este tipo de robos, Quecholac con 89.1 por ciento, Tepeaca con 52 por ciento y Palmar de Bravo con 40.2 por ciento en orden descendente. En contra parte, el municipio de Huixcolotla -señalado por contar con la central de abasto donde fue evidenciada en 2016 la venta de “huachicol”-, los atracos al trasporte de carga se han reducido a la mitad.
En cuestión de muertes dolosas, la cifra en los primeros meses del 2018 ya superó a las registradas en todo el año pasado, al sumar una décima parte más. Destaca el municipio de Acajete con un incremento del 400 por ciento, seguido de Acatzingo con 120 por ciento, Palmar de Bravo con 11.7 y Tecamachalco con 7.6 por ciento. Asimismo, en Tepeaca la cifra ya se equiparó con 10 casos, sin registrar aumento todavía, y destacan Huixcolotla y Quecholac, donde los homicidios bajaron 41.7 y 75 por ciento, respectivamente.
POLICÍAS SUPERADAS
A pesar de los operativos y recorridos de seguridad y vigilancia que realizan las autoridades de los tres órdenes de gobierno, no han podido frenar los asaltos con lujo de violencia, el cual ha dejado saldo rojo, documentando al menos ocho decesos de enero a la fecha por resistirse a los robos.
Algunos otros transportistas que han sobrevivido a los ataques han resultado lesionados, mientras unos más han sido privados de su libertad durante los asaltos y posteriormente abandonados a su suerte, delitos que crecen de manera acelerada en toda la región.
Existen distintas versiones sobre la forma de operar de los hampones, una de las más concurridas es por medio de un retén falso apoyados de una camioneta con luces estrobos para simular que se trata de una patrulla.
Tras lograr su objetivo, los hampones se escabullen de las autoridades por los entronques que existen en la autopista para así esconderse entre las comunidades más cercanas hasta llegar a sus guaridas, siendo algunas bandas delictivas que tienen el respaldo de la propia población ante cualquier altercado con las autoridades.
ENTRADAS Y SALIDAS
Las entradas y salidas que utiliza la delincuencia son el entronque de Tepeaca ubicado en el kilómetro 155+745, así como del municipio de Acatzingo, en kilómetro 168+000, la desviación a Tecamachalco y Quecholac del kilómetro 180+000 y Palmar de Bravo, en el 204+000 de la Puebla-Orizaba.
Tras salir de la circulación, a las autoridades federales se le han complicado la búsqueda de las unidades robadas de forma inmediata, al desconocer los atajos que utilizan los hampones, sin embargo, se han registrado diferentes enfrentamientos y algunas detenciones con vehículos clonados y armas de fuego.
Otra forma de delinquir es por medio de una persecución, donde los rateros realizaban detonaciones al aire libre para amenazar a sus víctimas y así cometer el robo, teniendo una nueva modalidad, la cual es un choque lateral para destantear al chofer y este logre frenar, actos que se han hecho más frecuentes sobre la carretera federal Puebla-Tehuacán.
EL TRAMO DE LA MUERTE
Es el trayecto de Tecamachalco-Tlacotepec, donde los rateros se han apropiado de la carretera al ser un sitio muy solitario, el cual registra tres muertes a sangre fría a transportistas que se opusieron al robo de sus unidades de carga, tramo que lo han denominado "La Muerte".
El primer deceso se registró en el mes de marzo a la altura de las vías del ferrocarril de San Miguel Zozutla, Yehualtepec, donde los hampones mataron a tiros a un chófer de un camión de "Trasportes Palmar", seguido de dos hechos violentos en el mes de agosto casi en el mismo lugar y en el paraje "La Ladrillera".
Hasta el momento las autoridades no han logrado ubicar el paradero de los responsables de los asesinatos.
En ese mismo tramo se han registrado infinidad de asaltos que han sido reportados a las autoridades competentes. Estos han sido, incluso, contra unidades del trasporte público.
A pesar de que en el tramo Tecamachalco-Huixcolotla, es muy transitado, en el mes de Julio se registró la muerte de un cuarto chofer en inmediaciones del barrio Jonetlán. La víctima maneja un tractocamión de material para la construcción, mientras su chalán logró sobrevivir al huir del intento de robo.
En el tramo que comprende El Empalme-San Hipólito, Tepeaca también ha convertido en un lugar inseguro por los distintos robos a mano armada. Hasta el momento se han registrado dos decesos a comerciantes de diferentes giros, el más reciente fue el pasado 21 de octubre.
Sobre la vía Xalapa (Empalme-Acatzingo), un comando interceptó a un vendedor de fruta que se dirigía a vender su producto a la Central de Abastos de Huixcolotla, donde fue atacado por un comando armado, el cual le arrebató la vida con impacto de bala.
Las bandas que operan en la zona escapan fácilmente entre las carreteras intermunicipales, así como los caminos de terracería aledaños a la carretera Puebla-Tehuacán. Algunas unidades han sido recuperadas desvalijadas y sin carga.
*Con información de José Luna, Silvia Campos y Felipe Ponce Mecinas