Lauro Romero es un productor atlixquense, quien desde hace 30 años se ha dedicado a la venta de flor de temporada de Todos Santos. Su trabajo lo aprendió de sus padres y él a su vez lo enseña a su familia, por lo que la producción ha trascendido de generación a generación para mantener vigente la venta en la zona del municipio de Atlixco.
En entrevista para El Sol de Puebla, el agricultor comentó que, en años pasados, la temporada de flor de cempasúchil y sus derivados cayó aproximadamente en 30 por ciento, incluso se dejó de sembrar tras la pandemia de Covid-19, sin embargo, este 2022 continuaron con la esperanza de que sus ventas tuvieran éxito, algo que sí se logró cumplir.
Lauro comentó que esta actividad la ha realizado desde que tenía 10 años de edad, aprendió de sus padres que, durante junio, julio y agosto de cada año, se dedicaban a la siembra y mantener la flor en su mejor estado, para que a finales de octubre esté lista para su corte.
Desde una hectárea y hasta dos, es la medida de la siembra y cerca de 18 personas se requieren para realizar el corte desde el 25 de octubre hasta que se termine de cortar toda, y aunque comentó que lo más difícil no es cortar sino sembrar, dijo que es algo que lo hace con mucha vocación, en especial para los seres queridos que llegan a visitar a las familias.
“Lo aprendí de corazón con mi familia, y ahora sigo cultivando esta tradición de la venta de flor de temporada con mi familia para que no acabe y que siga la comercialización de la flor”, agregó.
También agregó que el regateo no les ayuda en nada y por ello, piden a los compradores que no consuman con los revendedores, si no con ellos que son los que producen y comercializan a las orillas de la carretera, para que sean más visibles que en la plazuela de Santa Rita.
GARANTIZAN LA TRADICIÓN
Por su parte, José Luis Carranza, otro productor de la región, explicó que para esta temporada desean que la sociedad sepa que sí hay producto y es un producto de calidad, pues Atlixco es líder en la producción de flor de muerto y que, a pesar de las inclemencias del tiempo, de la pandemia y de todos los problemas, ellos seguirán sembrando.
Cabe mencionar que en toda esta región existen 480 hectáreas de flor de corte, de las cuales 370 son de cempasúchil y 110 de terciopelo, dejando una derrama económica de 100 millones de pesos, dejando para Atlixco 48 millones, convirtiéndolo en la capital del Cempasúchil.
Comentó, que esta actividad ha estado vigente en más de dos generaciones y continuará para que sus hijos, que ya se han involucrado, continúen con la venta y comercialización para también mantener viva la tradición de Todos Santos.
“A nombre de la agrupación de flor de corte le mandamos un saludo al señor gobernador y nuestra presidenta Ariadna Ayala, seguiremos luchando desde el campo, generando empleos, con trabajo”, finalizó.