HUAUCHINANGO, Pue.- A tres meses de “Earl”, los damnificadosde las comunidades de este municipio y de Tlaola tratan de saliradelante con sus propios recursos, construyen pequeñas viviendascon madera reutilizada en las mismas zonas de riesgo, otros máspermanecen refugiados hacinados en casas de familiares, puesdesconocen cuándo van a ser reubicados, al tiempo que los apoyosde víveres y el empleo temporal dejaron de fluir de manerapaulatina.
En las zonas afectadas persiste la incertidumbre sobre eldestino de las familias afectadas, sobre todo para aquellos queperdieron todo o casi todo, la falta de información por parte delas autoridades de los tres niveles de gobierno es el factor quepredomina provocando especulación y la desconfianza.
Pareciera que lo que los daños que causó la tormenta de“Earl” el pasado 6 y 7 de agosto las emociones de propios yextraños poco a poco se va disipando, porque aparentemente todo vavolviendo a la normalidad.
Las visitas con víveres traídos por autoridades, personajes dela vida política, de clubes y otros grupos sociales han idomermando, incluso algunos funcionarios evitan hablar del tema yevaden acercarse a las zonas devastadas.
HACE UNA SEMANA VIVIERON 35 PERSONAS ENUN VIVIENDA EN XALTEPEC
En el caso de Xaltepec, junta auxiliar de este municipio,sobresale el caso de al menos unas siete familias, cuyosintegrantes estuvieron viviendo por casi tres meses en una solavivienda, 35 en total, hacinados hasta la semana pasada, condificultades para cumplir sus necesidades cotidianas de prepararsepara ir al trabajo, para ir a la escuela, para desplazarse y hacersus compras, volver a la misma casa y cocinar para comer todosaunque en distintos horarios para no hacerse la vida más difícil,asearse, dormir, etcétera.
Una de las cinco familias tenía su domicilio en la calleGuadalupe Victoria, pero perdieron casi todo su patrimonio. El jefede la familia es Emiliano, quien apenas la semana pasada recibióla oferta del préstamo de un pedazo de terreno para hacer su casade tabla que consiguió regalada, usada pero en buenascondiciones.
Emiliano y su familia se fue a vivir en una de tantas lomas deXaltepec, “más vale así, sencillito pero ya más independientesy nosotros solos”, manifestó preocupado, porque dijo haber sidoincluido en un censo para otorgarle “una vivienda nueva y en unlugar más seguro”, hecho por personas que dijeron ser de Puebla,pero como no las ha vuelto a ver y tampoco se le ha notificado delos avances del programa, desconoce si calificó para hacerseacreedor de la casa.
En el caso de que se le asigne vivienda a los damnificados quelo perdieron todo en Xaltepec, ellos no saben de lascaracterísticas de la construcción y mucho menos en qué lugar seconstruirá, además de la fecha en que se les entregará.
En algunos puntos donde se nota que antes del 6 de agosto estuvoalguna vivienda, ahora solamente quedó un pequeño terraplén, endonde los damnificados tratan de aprovechar para construir una odos piezas de madera para poderse refugiar. Saben que poco a pocose va acercando el invierno y el frío arreciará, por lo quenecesitan un lugar donde refugiarse al margen de sus familiares queles han permitido vivir de manera temporal con ellos.
Las autoridades y personajes de la política que aprovecharon“los reflectores” han dejado de llegar con despensas, ropa yalgunos enseres para los más afectados.
Algunos de los lugareños compartieron que algunos clubes yotros grupos sociales todavía asisten de manera esporádica adejarles algunos víveres, hecho que agradecen, pero lo que losmantiene en la incertidumbre es la falta de información sobre eldestino de su casa, esa que fue prometida y que hasta el momento nohan sabido nada.
Los inconformes expresaron que han escuchado en emisorasoficiales, información que evidencia la asignación de cantidadesmillonarias para la reconstrucción y apoyos en general para laszonas siniestradas por la tormenta tropical “Earl”, “empleotemporal, desazolve y reconstrucción, entre esta, la vivienda,pero son números que dan miedo, sin embargo acá en la zonaseguimos igual”.
Comentaron lo que este medio ha publicado en edicionesanteriores: caminos azolvados, aulas escolares inutilizadas pordificultad de acceso, “la maquinaria de la Secretaría deInfraestructura cada vez es menos, de hecho solamente hay una quecasi no trabaja en Xaltepec. En el acceso principal se construyóun murito de piedra, el que está frente a la iglesia que quiénsabe en cuantos millones lo van a justificar”, destacó FelipeCruz, un lugareño que reclama efectividad de parte de losgobiernos.
Algunos datos que han estado circulando desde finales del mes deagosto es que en Huauchinango deberán ser reubicadas 351 familias,214 de la cabecera; 11 en Ahuacatlán; dos en Alseseca; 24 enCuacuila; cuatro de Papatlatla; 41 de Xaltepec; cinco de El Sifón;una de Xilocuautla y dos de Xopanapa; también deben cambiarsecinco escuelas.
Otro caso de comunidades afectadas en gran medida está en elmunicipio de Tlaola, se trata de la comunidad de Chicahuaxtla, endonde a diferencias de Xaltepec de Huauchinango, donde las casasfueron destruidas por el desprendimiento de una parte de un cerrocercanos, en esta segunda localidad, el caudal del río que cruzapor el pueblo se desbordó y al cambiar de cauce entró a la juntaauxiliar, arrastrando y destruyendo casas y todo lo que encontrabaa su paso.
NO HA CAMBIADO EL PANORAMA ENCHICAHUAXTLA
A tres meses de la tragedia y ante la falta de apoyos pararesolver pronto el tema de vivienda para las familias que loperdieron todo, entre otras personas, un sacerdote no identificadopor su nombre, y que sólo se sabe que ha llegado esporádicamentede la ciudad vecina de Tulancingo, Hidalgo, llegó con uncargamento de madera, tablas, cinta y algunas hojas de triplay, quealcanzaron para unas cinco casas, mismas que fueron construidas enel mismo lugar donde se devastaron las anteriores viviendas.
El paisaje en Chicahuaxtla luce no muy distinto al de hace dosmeses y medio. El azolve sólo fue orillado del arroyo de losaccesos afectados. Sobre el río que se desbordó y cambió sucauce, fue regresado casi a su canal original, sin embargo, gentecomo el señor Alfredo Vázquez se queja de que la maquinariapesada dejó material pétreo a un costado de lo que quedó de suvivienda, lo que le está cuarteando las paredes que le habíanquedado en regulares condiciones.
De acuerdo a los testimonios de, Alfredo Vázquez, personal dela Comisión Nacional del Agua (Conagua) le informó de maneraverbal que los escombros serán retirados en las orillas del río,pero no le dieron fecha y tampoco ha vuelto a saber de ellos.
Otras familias damnificadas han hecho el trabajo con sus escasosrecursos; algunos consiguen madera regalada, otros la compran, unosmás han rescatado pedazos de tablas entre los escombros parareutilizarlas en la reconstrucción de sus casa, en el mismo lugarde riesgo.
En Chicahuaxtla poco se le ve al presidente municipal de Tlaola,Abdías Castillo, incluso al mismo presidente auxiliar, Luis PicazoTlacomulco, se le señaló por los lugareños de no atender lasdemandas de la población ya que permanece poco en lacomunidad.
Indicaron que desde hace mes y medio no se les ha hecho llegardespensas por parte del gobierno y lo que les ha llegado, pero enmenor cantidad, son víveres de parte de agrupaciones sociales quede manera altruista se han estado solidarizando con ellos.
Ante la falta de respuesta gubernamental, según los lugareños,los damnificados como integrantes de la familia, Puyicatla yVázquez, sugirieron que las dependencias oficialescorrespondientes, deberían de hacer llegar “aunque sea materialpara la reconstrucción de sus viviendas, si no van a dar casa, almenos que den para construirlas”, dijeron resignados.
Señalaron un predio ubicado en una calle paralela al frente dela presidencia auxiliar de Chicahuaxtla, mismo que se compraríapara la construcción de un módulo de vivienda para losdamnificados, sin embargo, los interesados dijeron tenerreferencias que éste terreno lo querían vender en un precio muyalto, por lo que pronosticaron que la solución tardaría enllegar.
Los caminos para llegar a Tlaola ya son transitables pero noseguros, el punto donde la carretera Interserrana sufrió un corte,hasta el momento sólo muestra la colocación de unos muros degavión de un costado y otro de donde se sostiene un puente tubularmetálico, en donde sólo caben las dos rodadas de algúnvehículo.
Lo mismo sucede con el acceso casi paralelo a la junta auxiliarde Chicahuaxtla, en donde en el acceso principal ocurrió un cortey de la misma manera se instaló un puente metálico provisional,casi con las mismas características del anterior.
Algunos datos que sobresalieron a finales del mes de agosto esque el municipio de Tlaola hay 98 familias que sufrieron lapérdida total de su vivienda, distribuidas de la siguiente manera:13 en la cabecera municipal, 60 en Chicahuaxtla; 15 en Xaltepuxtla;cinco en La Gallera y una en Cuamila; y deben reconstruirse oreubicarse el preescolar y la primaria de Chicahuaxtla. Pero sedesconoce la ubicación de los terrenos propuestos para lareubicación de los damnificados.
En los dos casos, de Xaltepec y de Chicahuaxtla, juntasauxiliares de Huauchinango y Tlaola, respectivamente, las suertesson similares: la ayuda en lo que se refiere a víveres hadisminuido, carecen de información sobre lo que se planea de partede los gobiernos de sus distintas escalas, por lo que son laspersonas damnificadas las que han estado haciendo frente a suscarencias.
En ambas poblaciones que son referentes de lo que sucedió elpasado 6 y 7 de agosto con la tormenta tropical “Earl”,pareciera que la gente se está haciendo a la idea que, como enotros momentos de crisis, la ayuda llegará tarde, si es que lesllega y temen ser utilizados como instrumento electoral para latemporada de efervescencia política que se avecina para elpróximo año.
