TEZIUTLÁN, Pue.- Dos familias, una de Teziutlán y la segunda originaria de Atzalan, Veracruz, mostraron su inconformidad luego de que este lunes, personal de un hospital particular les entregara los cuerpos equivocados de sus familiares, percatándose de ello, una vez que dichos cuerpos ya se encontraban dentro de la funeraria y domicilio respectivamente, por ello solicitaron a dicho hospital reparar el error.
De acuerdo a lo narrado por familiares, fueron dos mujeres que perdieron la vida por razones naturales al interior de dicho centro médico, una con domicilio en el barrio de Santa Rosa en el municipio de Teziutlán y la segunda avecindada en Atzalan, Veracruz, cuyos cuerpos fueron entregados por el personal directamente a las funerarias, mismas que llevaron a cabo los traslados correspondientes.
Según dieron a conocer, en el caso de Mariela “N” de 64 años de edad, tenía su domicilio en el barrio de Santa Rosa de este municipio, cuyos restos fueron llevado a una funeraria ubicada en el barrio de Xoloco, donde algunos de los familiares cercanos al abrir el féretro, se percataron de que no se trataba de su familiar, sino de otra persona desconocida, dando a conocer el error a la funeraria y luego a dicho hospital.
De acuerdo con la versión de los inconformes, en un principio los empleados negaron el error, sin embargo, tras una revisión determinaron que el cuerpo de Mariela “N”, había sido entregado a la familia de Atzalan, Veracruz, en tanto, el cuerpo que fue entregado en esta ciudad, era el de Fresvina "N" de 54 años, originaria de dicha población veracruzana.
Al corroborar dicha anomalía, fue el personal de este hospital quien se puso en contacto con ambas funerarias a fin de dar a conocer el conflicto y con ello intercambiar los cuerpos de las fallecidas, no sin antes ofrecer una disculpa a ambas familias por el error cometido.
Según destacó uno de los familiares, “se trató de una falta muy grave de la cual los mismos trabajadores del hospital, ni siquiera se habían percatado, debido a que ambos cuerpos jamás fueron etiquetados con sus datos personales”, presentando tan solo como excusa que ambas occisas tenían el cabello rubio.
Cabe destacar que tras el penoso hecho y una vez intercambiados los cuerpos, los dolientes de ambas familias, tuvieron la oportunidad de dar inicio a los servicios fúnebres, para finalmente otorgar cristiana sepultura a sus seres queridos.