Como vergonzosos, fueron calificados por algunos pobladores de la región, los resultados obtenidos por los alcaldes Carlos Herrera González y Porfirio Loeza Aguilar, de Atempan y Tlatlauquitepec, respectivamente, toda vez que, tras participar en el proceso electoral del 6 de junio, buscando la reelección se vieron envueltos en una serie de procedimientos y retrasos, para obtener su constancia de mayoría.
Según opinó la ciudadanía, fue una vergüenza que ambos alcaldes, quienes alardeaban de su poderío y aceptación entre la población de sus municipios, hayan tenido que esperar hasta el último momento, para finalmente ser nombrados candidatos electos, al registrarse una escasa diferencia contra el resto de sus contrincantes y a pesar de que, como ediles en funciones, habían tenido la oportunidad de hacer campaña política, desde dos años anteriores.
Cabe destacar que, debido a estas diferencias mínimas en cuanto al número de votos, las elecciones en ambos municipios, fueron atraídas por el consejo local del Instituto Electoral del Estado, mismo que tuvo que llevar a cabo un recuento de cada una de las boletas electorales, que hizo que fuera hasta este fin de semana, cuando ambos ediles, lograran recibir la carta de mayoría.
En el caso de Atempan, Carlos Herrera González, representante del PRI-PRD-PSI, obtuvo un total de 4 mil 243 votos, mientras que su contrincante más cercano Efrén Herrera Moreno, contendiente de la alianza PT-Morena-NA, quien recibió 4 mil 51 votos, arrojando una diferencia de 192 votos, lo que generó el descontento de la gente, quienes solicitaron una revisión, algunos de ellos, que esperaban que el margen fuera mayor, al tratarse del edil en funciones.
Mientras tanto en Tlatlauquitepec, Porfirio Loeza Aguilar, candidato de Morena-PT, fue votado con 6 mil170 votos, por encima del aspirante del PRI-PRD Juan Manuel Téllez Salazar, este quien obtuvo 6 mil 99, lo que representa tan solo una diferencia de 71 votos, ello a pesar que el edil en funciones fue acusado de una compra masiva de votos, así como de hacer uso de los recursos de programas sociales, para coaccionar el voto.
Con ello, según pobladores de ambos municipios, quedó demostrado que ambos personajes, no gozan de total popularidad y aceptación entre la población, señalando que, si bien ambos alcanzaron el triunfo, fue en gran medida a que durante los últimos meses de sus gobiernos hicieron entrega de un sinfín de apoyos, buscando su promoción personal.