Huauchinango, Pue. Comerciantes establecidos y semifijos desafían al Covid-19 y a las autoridades municipales que realizaron acciones para motivar a los vendedores para que cerraran sus comercios, ante el aumento de contagios en el estado y por el decreto del ejecutivo estatal que, ordena el cierre de establecimiento no esenciales.
Decenas de locales comerciales no esenciales permanecen abiertos en sus horarios habituales, lo mismo en el centro de la ciudad que en el resto de la mancha urbana.
Mientras que eso sucede, elementos de la Policía Municipal con equipo antimotines permanecen resguardando los accesos en las calles, Guerrero y una fracción de, Corregidora, ayudándose con barreras metálicas.
Los uniformados exigen el uso de la portación de cubrebocas para que la gente pueda ingresar al Centro Histórico del Pueblo Mágico.
En tanto, los locatarios que son titulares de comercios no esenciales, parecen desconfiar de todo y de todos. Todos observan todo lo que sucede en el exterior de sus establecimientos y pareciera estar comunicados entre ellos a cada momento.
Hablan poco sobre sus intenciones de cerrar o mantener abierto el negocio ante la exigencia del gobierno en sus distintas escalas de cerrar hasta el 11 de enero de 2021. Dejan claro que no ha habido acuerdos con la autoridad, sino que están en un acto de rebeldía.
La actitud de los comerciantes se da pese a que las calles citadas amanecieron con barreras metálicas para filtrar a los transeúntes y evitar la instalación de comerciantes semifijos.
Desde el pasado 29 de diciembre ha habido manifestaciones contra el decreto y las autoridades municipales que pretenden hacerlo cumplir, sin embargo, los comerciantes locales argumentan que “tiendas no esenciales como, Elektra, Coppel, siguen sin cerrar, además de que Aurrera, con la licencia de ofrecer de todo, productos esenciales y no esenciales, permanece abierto haciendo competencia desleal”, según dijeron.
Completaron diciendo que, en otros municipios de la región no se están aplicando las medidas y por lo tanto el comercio no están sufriendo las consecuencias como en Huauchinango, por lo que señalaron que, por la cercanía de esas demarcaciones, podrían convertirse en una competencia desleal.