Fotografías, libros, textos y valiosas memorias históricas, son parte de lo que las descendientes del General Juan Crisóstomo Bonilla, uno de los grandes héroes de la Batalla de Puebla, atesoran con gran amor y que además son una muestra viva de esta gesta heroica que vistió de gloria a nuestro país.
Dana Rubí Desgarennes, Edwina Leslie Guadalupe Bain y Leslie Fernanda Herrera pertenecen, respectivamente, a la cuarta, quinta y sexta generación del general y quienes, en entrevista con El Sol de Puebla, compartieron parte de su tesoro histórico que nos remonta a aquella fecha tan significativa para los poblanos.
Dana Rubí Desgarennes destacó que para ella es un orgullo saber que su tatarabuelo fue un hombre de lucha y que desde muy pequeño fue reconocido por ser un alumno brillante, apasionado y tenaz, motivo por el que se ganó el cariño del maestro Nazario Quintos, persona que lo inspiró e impulsó en sus estudios.
“Somos muy afortunadas de pertenecer al linaje del general Juan Crisóstomo Bonilla y lo llevamos con mucho orgullo. Sabemos que desde muy pequeño fue un alumno destacado y más tarde fue un distinguido profesor que mostró gran interés por la educación, es por eso que guardamos con mucho cariño todos estos recuerdos”, compartió.
Agregó que a pesar de que han tenido en sus manos una y otra vez estas imágenes, les parece impresionante poder conocer la historia de su origen familiar. “Yo soy la cuarta generación y es impresionante ver estas fotografías de aquella época; estas son solo algunas, pero tenemos a resguardo otras donde aparece su descendencia que son sus hijas Federica y Carolina Bonilla”, indicó.
Edwina Leslie Guadalupe, quien representa a la quinta generación del general, destacó que es de gran valor el haber tenido la oportunidad de conocerlo a través de los relatos de sus ancestros y también mediante los objetos que la familia que se han preservado durante 161 años para compartirlos de generación en generación.
“Estas son pruebas vivientes del esfuerzo, las lágrimas y las sangre que representó para él defender a su patria. Él nos ha dejado este legado, del del amor al prójimo, el de fomentar la educación y el darlo todo por nuestro país”, destacó.
Hay que recordar que el general Juan C. Bonilla nació un 27 de enero de 1835 en Tetela del Oro, hoy conocida como Tetela de Ocampo, incluso, sus descendientes recuerdan que él venía de una familia humilde; su padre fue Isidro Bonilla, de ascendencia europea quien se dedicó a la manufactura de cigarros; y su madre, Margarita Pérez, quien fue una mujer de descendencia indígena.
Ya en su etapa adulta, el general Bonilla no se mostró indiferente ante los conflictos sociales que sacudían a México, por lo que decidió luchar por la democracia de su país junto a los valientes serranos para derrotar a los invasores.
“Aunque el ejército francés tenía mejor preparación militar y mejor armamento, es valioso reconocer la participaron de los grandes guerreros de la Sierra Norte de Puebla, porque ¿qué hubiera sido del general si no hubiera tenido el apoyo de sus tropas?”, destacó Leslie Guadalupe.
La participación de su tropa era tan importante que recuerda una anécdota que ha sido preservada entre la familia. “Una anécdota de mi bisabuela, la nieta de general, es que a veces, cuando él estaba comiendo en casa, siempre se preocupaba por su tropa y a veces no quería ni comer porque decía `ahorita, yo ya tengo un plato en la mesa, pero, ¿y mis tropas, cómo están? Entonces ella contaba que se preocupaba mucho por ellos”, dijo.
Tetela de Ocampo y Xochiapulco dieron la batalla
Bain, honrando la lucha de los serranos, señaló que aunque no demerita la participación de los zacapoaxtlas, considera que realmente los xochiapulcas y los habitantes de Tetela de Ocampo fueron los que principalmente estuvieron al frente de la Batalla del 5 de Mayo, hecho que de alguna manera ha generado una desunión entre los pueblos serranos.
“Yo hago la siguiente reflexión: el general Juan Crisóstomo Bonilla peleó por México, no solo por Puebla. El general, así como los demás héroes, lucharon por la unión de nuestro país y por eso no comulgo con las diferencias que existen. Considero que hay que darle reconocimiento a los que estuvieron en la lucha, pero hay que unirnos de tal manera que todo lo que se haga, sume”, indicó.
Es por ello que para ellas, compartir una parte de estos objetos históricos, es algo crucial, ya que consideran de gran importancia que los poblanos y todo México sepa quiénes fueron los héroes que estuvieron detrás de este movimiento por el que hoy tenemos libertad.
“Esta es una pequeña muestra, pero tenemos muchas cosas que nuestra bisabuela guardo con mucho amor y recelo; pero sin duda uno de los objetos que más atesoramos es el documento que él escribió y los botones de su uniforme”, compartió Dana Rubí.
Finalmente, Leslie destacó que aunque hace muchos años hubo una pausa histórica en la que muchos héroes poblanos quedaron “guardados en un cajón", en últimas fechas se han sentido agradecidas de que los grandes héroes estén siendo recordados por su gallardía y honor.
“Que cada año se recuerde a mi héroe, es lo máximo, y como descendientes nos sentimos muy orgullosas de esto, es como revivir una parte de él”, finalizó,