En lo que va del año, la Reserva de la Biosfera Tehuacán–Cuicatlán ha enfrentado un desafío constante: el intento de robo de maguey pichomel. Con 20 casos registrados de saqueo de cargamentos de más de 100 piñas de agave, la comunidad ha tenido que movilizarse para proteger este recurso crucial.
Sin embargo, gracias a la dedicación de brigadas comunitarias, el 90% de estos intentos han sido frustrados. Maurino Reyes, guía comunitario del municipio de Zapotitlán Salinas, señala la importancia de estas acciones coordinadas para combatir el saqueo. "Todavía en este año ha estado tremendo el saqueo de agave y nos hemos tenido que organizar con los comuneros", expresó.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Reyes explicó que, si bien en años anteriores el saqueo se centraba en la especie conocida como zotolines o "pata de elefante", en la actualidad ha habido un cambio hacia el robo de piñas de agave. Afortunadamente, con la colaboración de la autoridad correspondiente, se han realizado detenciones de personas involucradas en estas actividades ilegales, algunas de las cuales llevaban años operando impunemente.
Zapotitlán Salinas, Tehuacán y Caltepec son municipios ubicados en la ruta del mezcal, lo que los convierte en objetivos para el saqueo de maguey. Este robo desmedido ha llevado a que individuos ingresen ilegalmente a la zona protegida en busca de esta especie, con el objetivo de comercializarla en otros estados del país.
El maguey pichomel, además de ser fundamental en la elaboración del mezcal, posee importantes propiedades medicinales y una calidad excepcional, lo que aumenta el interés de empresas y personas por obtenerlo. Por ello, la protección de esta especie se vuelve imperativa no solo para la preservación del ecosistema, sino también para garantizar su uso sostenible y beneficioso para las comunidades locales.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
La lucha contra el saqueo de maguey en la Reserva de la Biosfera Tehuacán – Cuicatlán es un ejemplo de cómo la colaboración entre comunidades y autoridades puede proteger eficazmente los recursos naturales y culturales de una región.
